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Ciudadanos Emergentes… Las Redes Sociales y la Política

Las redes sociales no cambiaron las reglas: cambiaron el juego por completo. Lo que regía hace una década en materia de campañas electorales, hoy es obsoleto.

By: Arturo Ismael Ibarra

Cómo conformar un cuarto de guerra digital? ¿Cómo lograr que cada «like» pueda traducirse en un voto potencial? ¿Cómo hacer llegar el mensaje preciso al auditorio indicado? ¿Cómo reaccionar ante una campaña de ataques y difamaciones? ¿Cómo detectar «bots» y «trolls»? ¿Qué hacer para aminorar las consecuencias de un tropezón?

En cuestión de minutos nuestra vida se ha transformado en una permanente plaza pública, en ágora omnipresente e infinito llamado redes sociales que nos coloca ante los reflectores aún cuando creemos estar en la intimidad.

Si hay un mundo impactado por esta nueva forma de comunicación y de vida, es el mundo de la política. Las redes sociales no cambiaron las reglas: cambiaron el juego por completo. Lo que regía hace una década en materia de campañas electorales, hoy es obsoleto.

Actualmente, una campaña millonaria en televisión puede caer derrotada frente a un hábil manejo del Facebook y el Twitter. Formados a menudo en una tradición basada en el discurso vertical y el monólogo, los políticos mexicanos se subieron sin brújula ni guía al tren de las redes sociales y no pocos se han descarrilado por no saber utilizarlas con una estrategia profesional. En las redes sociales no cabe la improvisación ni la reacción a ciegas.

Las redes sociales y los medios de comunicación se han vuelto muy populares en los últimos años, llegando a estar cada vez más integrados en la vida de las personas. Con el surgimiento de la Web 2.0 y de los medios sociales, el análisis de los contenidos de las páginas sociales de figuras públicas se ha convertido en una importante herramienta de análisis de datos.

También es importante comprender cómo las redes sociales están cambiando la política en México, ya que el político o defensor astuto puede adaptar sus estrategias con el fin de aumentar la eficacia máxima, mediante el análisis de las inmensas cantidades de datos disponibles que presentan las principales redes sociales tales como Facebook, YouTube y Twitter, por nombrar algunas, proporcionando así una herramienta de marketing muy completa , y que sea fácil de llegar al usuario o posibles votantes. La combinación de plataformas como Facebook y Twitter hace que exista una mayor cantidad de usuarios que se sienten más atraídos por la temática política, trayendo consigo un amplio abanico de opiniones políticas, ofreciendo nuevas oportunidades para que los ciudadanos interesados participen en la política (Bucy y Gregson, 2002; Dahlberg, 2001).

Las redes sociales permiten a los ciudadanos y a los funcionarios elegidos conversar sobre cualquier cantidad de asuntos. Las personas son más capaces de organizarse, reunirse y comunicarse debido a las redes sociales. «Estos medios permiten que los usuarios se comuniquen directamente con los electores (y otros) en una forma potencialmente interactiva que no es posible a través de correo postal o correo electrónico. Cabe recalcar que existen numerosos tipos de plataformas de redes sociales para diversas funciones tales como: redes sociales (Facebook), publicar (WordPress), intercambiar fotos (Flickr), compartir audio (iTunes), compartir vídeo (YouTube), y hacer microblogging (Twitter). En este caso, el autor se ha centrado en estudiar el comportamiento de los políticos y sus seguidores en Facebook y Twitter.

Las redes sociales pueden ser definidas como un conjunto de aplicaciones basadas en Internet que expanden los fundamentos ideológicos y tecnológicos de la Web 2.0, permitiendo la creación y el intercambio de contenidos generados por los usuarios (Kaplan y Haenlein, 2010, p. 61). 14

Un estudio realizado por Norris (2004), donde este señala que: «Las comunicaciones políticas son un proceso interactivo relativo a la transmisión de Información entre los políticos, los medios de comunicación y el público» (p. 110). Otro estudio realizado por Cohen (1963) afirma que: «Los medios de comunicación pueden no tener éxito mucho tiempo en decirle a la gente lo que debe pensar, pero es asombrosamente acertado en decir a sus lectores qué deben pensar de su entorno» (p. 13).

Los estudios internacionales afirman que la gente usa los medios sociales no solo para consumir información en línea, sino también para producir contenido único para sí mismos (Gil de Zúñiga et al., 2014, p. 613).

El punto focal de la participación electrónica es el ciudadano, es decir, que el propósito de la participación electrónica es aumentar la capacidad participativa de los ciudadanos en un gobierno digital. Por otro lado, Sæbø et al. (2008) definen la participación electrónica como «la interacción controlada por la tecnología entre el ámbito de la sociedad civil y la política formal».

En un estudio realizado por Jürgen Habermas que habla sobre la Esfera Pública, ha sido usado como trasfondo filosófico para un número de estudios de participación digital Sæbø et al., (2008); Sanford y Rose (2007). Este denomina como esfera pública a la «íntima conexión entre una red de comunicaciones libres, informales y personales, de la sociedad democrática» (Rheingold, 2007). Esta idea de la esfera pública tiene un lugar de debate, lo que provee al investigador un concepto que ayuda a explicar la importancia de los estudios de participación digital.

Asimismo, en su relato del escenario público, Jürgen Habermas expresa su temor de que los espacios para el debate público hayan desaparecido (Habermas, 1991); a esto se añadió la necesidad de la participación ciudadana, que fue ya un tema debatido en la década de los 60 (Arnstein, 1969).

Sin embargo, ha habido interpretaciones muy diferentes del hecho de que muchas comunidades minoritarias no se ajusten a los criterios de Habermas acerca de lo que debe ser una cuestión de deliberación pública.

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