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Ciudadanos Emergentes… El Acarreo.

Las personas objeto de acarreo suelen ser ignorantes, marginadas y despolitizadas, por lo que pueden ser transportadas, por sometimiento o gratitud a sus líderes, o bien a cambio de algún obsequio o diversión que altere de manera momentánea sus precarias y monótonas vidas.

By: Lic. Ismael Ibarra

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Una de las prácticas de proselitismo político que se consolidaron en la historia de los partidos en México, desde el PRI hegemónico de mediados del siglo pasado, hasta hoy en día, en que la democracia comenzó a “practicarse” en el país, ha sido el “acarreo” de personas que, cual “borregos”, acuden a las urnas a “emitir” su voto o simplemente a “formalizar”, lo que ya el partido en el gobierno había decidido sin tomar en cuenta la voluntad del ciudadano o la simple asistencia  a eventos o mítines políticos.

Aún no nos podemos “sacudir” del todo las viejas prácticas de la política mexicana. Al día de hoy mantenemos lo que en el “folclor político nacional” se ha denominado “el acarreo”. Lo mismo se “acarrea” a las huestes de algún candidato a emitir su voto a la urna, que para “llenar” alguna plaza pública durante un mitin o manifestación con el fin de demostrar el “músculo” político de un líder o caudillo.

Algunos analistas han cuestionado los argumentos de aquellos políticos que en su discurso pregonan que van a terminar con la pobreza económica en que viven millones de mexicanos. De lo que pocos se dan cuenta es de que el día en que la mayoría de los habitantes del país deje de ser pobre, esos liderazgos verán acabada su trayectoria al no existir quién se “beneficie” de sus “regalos” y despensas puesto que ya no habrá necesidad de regalar nada.

Por eso, los políticos actuales no van a terminar con la pobreza de millones de mexicanos. Es por ello que en la actualidad, y como lo ha sido durante décadas, el “acarreo” continúa siendo un arma efectiva de movilización de ciudadanos que piensan que con acudir a los mítines por lo menos tendrán para comer ese día y, con suerte, durante una semana o un mes, porque hay casos —muchos por cierto— en los que se reparte dinero en efectivo.

Hemos sido testigos de ello en las recientes movilizaciones, a nadie parece interesarle terminar con esta vieja práctica porque todos los que se dedican a la cosa pública viven de ella. Unos en mayor medida que otros. Pero al fin y al cabo han vivido, viven y vivirán de ella mientras no surja el otro México, el de la modernidad, el del desarrollo en el que sus millones de habitantes tengan mejores niveles de bienestar social y en donde la generosidad de sus gobernantes esté por encima de la tranza y la corrupción que hoy ahogan a nuestra sociedad.

Para erradicar el acarreo se requiere al momento ética por parte de los políticos que pagan por esos votos o asistencia a mítines  y el compromiso de los ciudadanos de no aceptar este tipo de sobornos, ya que solo nos llevan a alimentar la corrupción en nuestro país.

El acarreo es una práctica política propia de los sistemas políticos autoritarios en donde los partidos oficialistas se valen de sus clientelas para mantenerse en el poder.

Es una práctica antidemocrática que tiene como propósito asegurar la presencia de gente, en un punto o lugar que de otra manera no asistirían. Consiste en llevar bajo presión u otro estímulo a uno o varios ciudadanos para que voten o externen apoyo absoluto por un candidato o partido determinado o un funcionario en el poder.

Las personas objeto de acarreo suelen ser ignorantes, marginadas y despolitizadas, por lo que pueden ser transportadas, por sometimiento o gratitud a sus líderes, o bien a cambio de algún obsequio o diversión que altere de manera momentánea sus precarias y monótonas vidas.

El acarreo resulta muy notorio y fácil de detectar ya que es evidente la presencia de autobuses y camionetas con gran número de personas de bajo nivel socioeconómico.

Arturo Ismael Ibarra Dávalos. Licenciado en Derecho por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Catedrático de la misma. Preside la asociación civil Bien Común Michoacán y la sociedad civil Por la Mejora en el Ámbito del Trabajo. Es Secretario General del Foro Política y Sociedad.

 

Correo electrónico de contacto arturoismaelibarradavalos@hotmail.com

 

 

 

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