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Ciudadanos Emergentes… ¿Cómo somos los Mexicanos?

By: Lic. Arturo Ismael Ibarra 

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Los expertos aseguran que tanto el país como la cultura en la que nacemos son determinantes en nuestra identidad. Frente a esta afirmación surge la pregunta: ¿cómo somos los mexicanos? Tras diversos estudios se comprobó que los vínculos familiares, así como el predominio de las emociones son dos características que dicen mucho de las personas nacidas en México.

Una de las primeras cosas que mencionamos al presentarnos frente a alguien es nuestra nacionalidad. Generalmente las personas no analizan demasiado cómo afecta en su personalidad el pertenecer a un determinado país, pero la realidad es que tanto la nación como la cultura en que nacemos resultan determinantes en nuestra identidad. 

¿Qué dice de nosotros ser mexicanos? Suele decirse que los latinoamericanos somos personas sumamente afectuosas, así como expresivas. Éstas son dos de las principales características de los mexicanos, lo cual supone que existe un predominio tanto de las emociones como de los vínculos por encima de las razones o realidades externas.  

Otra particularidad de los mexicanos es que tienden a ser sumamente apegados tanto a su familia como a su comunidad. Según los expertos esta condición se observa mucho en los países con dificultades económicas, dado que el apego familiar o comunitario facilita mucho la supervivencia.

La importancia que tienen los vínculos en México se observa por ejemplo en las celebraciones que tienen lugar durante el día de los muertos. En esta fecha se cree que los muertos regresan a la vida para disfrutar de los placeres terrenales, por ende, es posible celebrar la muerte porque es posible conservar viva la relación con los que no están.

En el día a día, los mexicanos se sienten motivados de trabajar en un ambiente positivo, al igual que priorizan mantener una buena relación tanto con jefes como con compañeros; por el contrario, consideran menos relevantes las prestaciones, el prestigio e incluso el salario. Es decir, prefieren sentirse valorados o queridos en lugar de alcanzar el éxito individual.

 

Según la Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Estudios Superiores  existen “Rasgos Psicológicos Dominantes En El Mexicano”, según un estudio hay rasgos primordiales del mexicano en nuestros días. Existen una serie de emociones que repercuten en la vida del mexicano, en su forma de vivir, en la forma en la que se relaciona y en su creatividad entre otras.

El mexicano: es ilimitadamente vulnerable, suele tomarse las cosas “a pecho”, sus sentimientos suelen ir al extremo, tiene miedo al ridículo por lo tanto evita situaciones en las que pueda caer en él, suele ser introspectivo emotivo, escrupuloso, obseso con frecuencia.

El mexicano suele temer a lo desconocido y también a las decisiones que le son exigidas. Además es incapaz de sacrificar lo más cercano a lo más remoto, un ejemplo podría ser el llegar tarde a una cita debido a que no quería abandonar una situación en la cual se la pasaba bien, es por esto que surge su impuntualidad.

El mexicano puede apasionarse por cualquier cosa, además de que suele tener una generosidad irreflexiva, posee una seriedad afectiva, a pesar de esto, los extranjeros señalan una capacidad de calor humano que no puede ser igualado.

Al mexicano desde niño, se le enseña a reprimir sus sentimientos con frases como: “¡los hombres no lloran!”. Al encarcelar su emoción, la tensión puede hacerlo estallar en el momento menos esperado, haciendo que surja su cólera agresiva y vengadora, con el menor pretexto. Algo que los caracteriza es su tendencia al aislamiento y al secreto, a la inseguridad, la timidez y la introversión.

El mexicano posee ciertas dotes y habilidades, entre ellos la inteligencia intuitiva y la imaginación concreta, además de tener facilidad para el aprendizaje de idiomas, además de que el mexicano es exitoso en tareas mecánicas, abundan los buenos mecánicos empíricos. A pesar de esto el mexicano tiende a abandonar completamente las cosas que no le interesan, un ejemplo claro de esto es el desinterés por la rama de las matemáticas.

El carácter del mexicano es meditativo, reservado y vacilante, además de ser intuitivo, soñador y artista gracias a su fina disposición para el sentido de lo íntimo. Posee muy poca capacidad de adaptación y modificación a las nuevas circunstancias.

La impasibilidad del mexicano es su defensa ante un mundo hostil, a pesar de que en México sobresale la alegría de las fiestas y el color, no deja de existir el lamento ante las desgracias.

En el mexicano existe una necesidad de estar solo, debido a la esperanza el mexicano trasciende su soledad y vive en invisible comunión. Otra razón de su soledad es el evitar la vejación y evitar la pérdida de su autenticidad.

Existe en el mexicano el temor al ridículo y es por esto que no se atreve a ser quien es en verdad, teme a las circunstancias que no puede controlar. Para aminorar su vulnerabilidad y saber a qué atenerse gusta de los “rodeos” y es en ese momento cuando suele “cantinflear”.

Octavio Paz le adjudica al pueblo mexicano su soledad, la cual ve de las siguientes formas: Soledad como condena: «Luego de haberme juzgado y haberme sentenciado a perpetua espera y a soledad perpetua, oí contra las piedras de mi calabozo de silogismos la embestida húmeda, tierna, insistente, de la primavera». Soledad como presencia vacía: «Tu intolerable presencia se parece a lo que llaman el ‘vacío de la ausencia’. ¡El vacío de tu presencia, tu presencia vacía! Nunca te veo, ni te siento, ni te oigo».  Soledad como nostalgia de lo absoluto: «Si alguna vez acabo de caer, allá del otro lado del caer, quizá me asome a la vida. A la verdadera vida, a la que no es noche ni día, ni tiempo ni destiempo, ni quietud ni movimiento, a la vida hirviente de vida, a la vivacidad pura. Pero acaso todo esto no sea sino una vieja manera de llamar a la muerte».

Max Scheler da una definición de resentimiento en la cual menciona “es una autointoxicación psíquica… Es una actitud psíquica permanente, que surge al reprimir sistemáticamente la descarga de ciertas emociones y afectos…”

En el mexicano el resentimiento surge del tarto diario, de la existencia de la humillación debido a situaciones injustas, este sentimiento ante la injusticia hace que surja el disgusto la reprobación y en última instancia el resentimiento. A partir de lo anterior surge en el mexicano el deseo de venganza, el orgullo personal en asociación con la posición social inferior, forjan la explosión de esta venganza.

Los aspectos positivos que posee el mexicano son la nobleza, la cortesía, la tolerancia y la amistad. Entre los aspectos negativos del mexicano de encuentra la lambisconería (prosperar a partir de la sombra de alguien con mayor poder, movido únicamente por el interés).  Los madrugadores (se adelanta a la hora normada para «comerle el mandado» al prójimo). Los picapedreros (no sirven para nada y sirven para todo). Lo pistoleros (Cavernícola desaforado que se deleita con su fama de valiente y con el miedo que inspira a las pacíficas personas de bien).

Las condiciones económico-políticas de México de gran inestabilidad y arbitrariedad provocan en el mexicano-de todos los niveles y estratos sociales un gran temor por el cambio, por la injusticia que puede llegar en cualquier momento. Dicho temor solo puede llegar a su fin si el sistema cambia, solo si llega a ofrecer seguridad y justicia para todos. Un lugar donde el típico dedazo deje de determinar la vida de los mexicanos.

¿Qué hay en el fondo del “machismo” mexicano? El estereotipo del macho mexicano, que no sabe “rajarse”, valiente, violento, bebedor y mujeriego es en el fondo una representación caricaturizada. En realidad el hombre mexicano es estoico y está orgulloso de ser hombre, lo cual no es del todo negativo. Sin embargo, aún prevalecen prácticas que entorpecen las relaciones entre hombres y mujeres.

Aun sometidas a los viejos juicios y convencionalismos patriarcales, las mexicanas siguen guiando su actuar por el ideal de la mujer pasiva, tímida y sometida. Esto ocurre de manera fluctuante, es evidente que el visión machista está caducando y las mujeres comienzan a buscar su propia forma de entender el mundo, aunque esta transición se encuentra en proceso, ya da muestras claras de cambio: la mujer ya sale de su hogar –aunque no lo abandone del todo- para enfrentarse al mundo de los hombres, el mundo laboral.

El mexicano es inseguro y es disimulado porque no se ha decidido a ser lo que verdaderamente es: un mestizo cultural.

 

Arturo Ismael Ibarra Dávalos. Licenciado en Derecho por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Catedrático de la misma. Preside la asociación civil Bien Común Michoacán y la sociedad civil Por la Mejora en el Ámbito del Trabajo (Laborissmo). Es Secretario General del Foro Política y Sociedad.

 

Correo electrónico de contacto arturoismaelibarradavalos@hotmail.com

 

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