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CinemaDude… Wonder Woman 1984

La película está ambientada en un colorido 1984 -en Estados Unidos, por supuesto-. Diana trabaja en el museo Smithsoniano en Washington D.C. El elemento detonante de esta historia es la llegada al museo -accidental, por supuesto- de una gema ancestral que concede deseos, pero a cambio, nos despoja de lo que más atesoramos

By: Héctor García Ramírez

Directora: Patty Jenkins

Año de estreno: 2020

Duración: 151 minutos

Actúan: Gal Gadot, Kristen Wiig, Pedro Pascal, Chris Pine, Robin Wright y Connie Nielsen

Se puede ver en cines

Patty Jenkins y Gal Gadot regresan en una nueva aventura de la semidiosa amazona. En esta ocasión, Diana Prince tendrá que sobrevivir a las maquinaciones de los villanos Max Lord y Cheeta, en una historia que si bien presenta algunas mejoras respecto de la primera parte, todavía deja que desear.

La película está ambientada en un colorido 1984 -en Estados Unidos, por supuesto-. Diana trabaja en el museo Smithsoniano en Washington D.C. El elemento detonante de esta historia es la llegada al museo -accidental, por supuesto- de una gema ancestral que concede deseos, pero a cambio, nos despoja de lo que más atesoramos -lo que traerá de regreso a Steve Trevor-. Este artefacto llama la atención de Max Lord un ambicioso pero fracasado emprendedor que tiene la intención de apoderarse de él. El otro elemento central de esta historia es Barbara (Kristen Wiig), una introvertida pero gentil y divertida científica insatisfecha con su vida y que utilizará la dichosa gema para convertirse en la villana Cheetah.

La película se beneficia del mundo luminoso y de colores pastel del Estados Unidos de 1984. Evoca los cómics de esa época, en particular a la Wonder Woman de George Perez quien en esos años se encargó de escribir y dibujar el título, con resultados bastante entretenidos. En la segunda secuencia de la película -para mí, la mejor- Diana frustra el robo a una joyería; los malhechores son atrapados, nadie sale realmente lastimado y la amazona se despide de una niña pequeña con una sonrisa y un guiño de ojo. Clásica acción superheroica pura.

Otro acierto fue que se tomaron el tiempo de construir antagonistas con motivaciones humanas y eligieron bien a los actores que los interpretaron. Si bien el desarrollo de estos personajes no es pulcro, sí representa un avance respecto de la primera entrega. Ambos villanos son vulnerables, buscan obtener algo que les ayude a compensar aquello de lo que carecen. Claro que su búsqueda es errada, como la de todos los malhechores. Kristen Wiig y Pedro Pascal hacen un gran trabajo y logran transmitir las emociones correctas en los momentos adecuados.

Sin embargo, conforme la película avanza, empieza a tambalearse. Las secuencias de acción que aparecen después de la primera mitad de metraje parecen hechas sin ganas. Diana va mostrando u obteniendo habilidades según lo exige la trama. En el tercer cuarto de la trama, el personaje de Barbara casi desaparece. A veces explican cosas que ya habían quedado claras. Sin embargo, no deja de ser entretenida, y pese a sus dos horas y media, no se siente cansada.

El mundo colorido de Estados Unidos que se nos muestra en pantalla, contrasta con la grisácea sociedad que describe la distopía orwelliana de 1984, con la que comparte parcialmente el nombre. La América brillante de Wonder Woman se rige conforme al sueño americano, en donde, si te esfuerzas lo suficiente, puedes obtener fama y fortuna. Por tanto, no es extraño que los antagonistas sean perdedores que no han sido capaces de triunfar conforme a esas reglas, y que a través del atajo que representa la mentada gema, pretenden obtener lo que no pueden conseguir por sí mismos. Las cosas se complicarán aún más cuando, en la segunda mitad de la película, cualquier persona pueda hacer realidad sus deseos. Y es que, en realidad, en la pulcra sociedad capitalista de Wonder Woman 1984, el equilibrio se mantiene cuando se acepta que no todos pueden cumplir sus sueños y que es necesario, la mayoría de las veces, permitir que la realidad nos haga renunciar a ellos. Curiosamente, la heroína es una semidiosa, inteligente y guapísima, nacida en el privilegio, una aristócrata con habilidades que obtuvo desde su nacimiento, ajena al echaleganismo de la sociedad que protege.

El tono colorido e ingenuo de la película logra un resultado más satisfactorio que las oscuras y fallidas Man of steel y Batman v Superman de Zack Snyder, de las cuales toma una sanísima distancia. Los superhéroes rara vez deben tomarse en serio y aún más raro es que sus adaptaciones fílmicas sean buenas. Patty Jenkins lo sabe y con regular atino, consigue entretenernos.

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