COLUMNEROSOTROS

CinemaDude… The Boys, lucrando con los superhéroes.

Los miembros de The Seven son una mierda. Su estatus de celebridades los tiene completamente alienados de las personas a quienes protegen.

By: Héctor García Ramírez

Basada en el cómic de Garth Ennis y Darick Robertson, The Boys es una sátira sobre superhéroes y está disponible en Amazon Prime Video desde julio del año pasado.

The Boys explota la idea nada novedosa del superhéroe imperfecto. Torcer al superhombre, despojarlo de sus virtudes y asignarle los defectos más comunes vende muy bien y convirtió a esta serie en una de las más vistas en el servicio de streaming de Amazon.

La Liga de la Justicia está jodida. Superman, que creció en un laboratorio, es incapaz de sentir empatía por otro ser humano. Wonder Woman no termina de hacer las paces con su sexualidad. Flash es un junkie. Martian Manhunter aprovecha su invisibilidad para espiar mujeres en el baño. Aquaman no le encuentra propósito a su vida.

Bueno, no se llaman así en la serie, como dije, es una sátira. El grupo se llama The Seven y responden a los nombres de Homelander, Queen Maeve, A-Train, Translucent y The Deep, pero son básicamente la Liga de la Justicia, el olimpo de los superhéroes.

Estos seres excepcionales responden a la megacorporación Vought International, quien obtiene ganancias millonarias a través del manejo de estos metahumanos. Esta empresa es quien los ha descubierto y reclutado; diseña su imagen, los convierte en celebridades mediante películas que ellos mismos protagonizan; tienen cómics, figuras de acción y toda la mercadería que te puedas imaginar, incluso les agenda sus actos superheróicos. Pese a esa vida de ensueño, los miembros de The Seven son una mierda. Su estatus de celebridades los tiene completamente alienados de las personas a quienes protegen.

De este grupo de superpersonas, llama la atención Annie, la novata del equipo, alter ego: Starlight. Cristiana ingenua del Medio Oeste americano, recién ingresa a The Seven, uno de sus compañeros la fuerza a hacerle una felación. Su vida queda bajo control de Vought, a tal grado que le prohíben realizar actos superheróicos que no le fueron agendados.

Incluso cuando Annie se rebela, Vought ve la manera de beneficiarse con la situación. Su uniforme, confeccionado originalmente para atraer al público cristiano rural, es rediseñado para parecer más sexy, más atractivo para los consumidores urbanos.  Al igual que sus compañeros, Starlight es un producto que Vought modifica a placer para hacer del lucro una prioridad.

Resulta curioso cómo The Boys es un reflejo de lo que sucede con Starlight en el plano de la ficción. La serie tuerce la idea del superhombre y nos presenta metahumanos egoístas, cínicos, violentos, abusivos, carentes de empatía, y con ello crea un producto divertido, muy entretenido y más que adecuado para estos tiempos, y que terminará por seguir engordando la cartera de Jeff Bezos, el dueño de Amazon.

 

Botón volver arriba