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En el año 2016 los quinceaños de Rubí Ibarra se viralizaron gracias a la invitación tan peculiar que realizaron sus padres, a la fiesta acudieron más de 30 mil personas de todo México y los anfitriones regalaron “una chica” de 10 mil pesos.
En una entrevista, la joven explicó que ahora está más enfocada en el presente y que todos los comentarios que recibió en un pasado la afectaron de gran manera, pues se enfocaban en su físico, se metían con sus papás y que hasta tuvo que ir a terapia para superar el momento.
«Cuando yo veía todo eso en redes sociales. Muchas personas comenzaron a meterse con mi físico, con mis papás (…) Cuando veía todo ese tipo de comentarios realmente me afectaban demasiado porque como te digo estábamos ajenas a todo eso. Estuve mucho tiempo con ansiedad, me crearon inseguridades, no quería salir de mi cuarto, lloraba. Mi mamá hasta me quitaba mi celular», dijo.
Asimismo, reveló que nunca deseo celebrar su fiesta a lo grande, pero que sus papás insistieron y ella aceptó, y que después fue el fotógrafo quien incito a sus padres a grabar el video de la invitación.
«Al fotógrafo que contratamos en aquel entonces, que por cierto era el más recomendado de la zona, le dijo a mi papá: ‘Haga un video invitando a las personas’, mi papá no quería (…) Nunca imaginamos el impacto que iba a tener. Fue un shock», dijo.
Rubí Ibarra mencionó que durante tres meses sufrió de acoso después de la publicación del video.
Tras el hecho Rubí ha incursionado en el mundo de la música y televisión, y que ahora se encuentra dedicada a completar sus estudios en Comunicación, además de que la podemos encontrar en redes sociales.
