Promesas Rotas // By Camila Cienfuegos

Por Camila Cienfuegos (Andariega II)

“Yo sabré cumplir con el mandato que el pueblo de Michoacán me ha otorgado” (Silvano Aureoles, toma de protesta 2015).

Fueron muchas las expectativas generadas al escuchar a Silvano Aureoles hablar durante su toma de protesta como gobernador de Michoacán, pero entre las más destacadas, era la de romper con esa cuasi maldición de los interinatos con un gobierno ininterrumpido de seis años, y así lo destacó el entonces nuevo gobernador: “Los frecuentes cambios en posiciones estratégicas del gobierno –cuatro gobernadores en poco más de siete años, seis secretarios de Gobierno, siete secretarios de Finanzas; siete secretarios de Desarrollo Económico -por mencionar algunos ejemplos-, han generado un tremendo desequilibrio. Esto ha imposibilitado la continuidad de planes y proyectos y ha impedido, digámoslo más claro, el progreso de nuestro estado” (Discurso de toma de protesta). De esta manera, sus intenciones electorales para la candidatura presidencial contradicen sus primeras promesas de gobernador.

El discurso electoral y postelectoral de Silvano siempre giró en torno a un periodo sexenal y así se manifestaba en distintos medios de comunicación: (Silvano) “…una vez que llegue al gobierno del estado cumplirá la meta de entregar 100 mil becas por año a estudiantes de tercero de secundaria hasta la universidad” (Milenio, 11 de abril 2015).

“Promete Silvano erradicar en tres años las escuelas de palitos en Michoacán” (Quadratín, 6 de abril 2015). Dicho sea de paso, el presupuesto a la SEE se redujo este año.

“Gobernador de Michoacán promete incremento salarial del 100 por ciento a policías del estado” (Animal Político, 6 de octubre del 2015). Promesa que a la fecha no se ha cumplido y sí complicado con el conflicto de mando unificado entre el gobierno estatal y el municipio de Morelia encabezado por el independiente, Alfonso Martínez Alcázar.

Y aunque nada está escrito por ahora, y aunque Silvano Aureoles solo ha manifestado su intención para competir en la interna pero sin establecer fechas fatales para su petición de licencia, ya ha generado fuerte controversia y convulsiones al interior del gobierno.

Tiene rato que la luna de miel se le acabó con los michoacanos, concretamente desde los primeros meses de su gobierno cuando el cúmulo de promesas se comenzaron a almacenar y pudrir en el olvido, en buena medida, producto de la falta de recursos económicos.

“El mandatario Silvano Aureoles Conejo se comprometió a duplicar la cobertura educativa en este sexenio. De inicio, para 2016 planteó la meta inmediata de aumentar en un 4 por ciento la matricula en educación superior” (Respuesta, 6 de noviembre 2015). En el 2017, y ante la fuerte crisis económica, la UMSNH anunció por medio de su rector el aplazo o suspensión de la creación de nuevas carreras, además de instruirse para que en el presente año no se aumenten los grupos por falta de recursos. De esta manera Silvano se convirtió en algo así como un sembrador de promesas sin cosecha.

Contrario a otras áreas y de forma silenciosa, los gastos de comunicación social se habrían incrementado dado que la promoción personal del gobernador estuvo muy activa el año pasado, al menos eso denunció recientemente el Partido Verde en la Cámara de Diputados, quienes señalaron que el gobernador Silvano Aureoles derrochó 600 millones de pesos en gastos supérfluos durante el 2016.

Tan solo para la promoción de su imagen personal -dicen en el partido-, se gastó 250 millones. El problema con el gober es que ahora ya no se sabe si está en sus actividades propias de mandatario estatal o en franca campaña proselitista.