STAFF/ Margarita Arreola
* Cáncer enemigo de los niños, testimonios de guerreros
Escuchar y ver gritar, reír y jugar a los niños es lo más normal que pueda existir, pero hay pequeños que no lo pueden hacer porque se encuentran internados en un hospital, recibiendo quimioterapias o conectados a maquinas, no pueden jugar como los demás, están cansados, débiles y no pueden exponerse al sol.
Hoy se conmemora el Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer Infantil, visitamos los hospitales donde son atendidos los pequeños guerreros, es imposible no conmoverse al ver el brillo ojos, la ganas de jugar, de vivir y es casi imposible que no se llenen los ojos de lágrimas al escuchar los testimonios de esos pequeños seres.
Perla Peñalosa, es una niña de 7 años, originaria de Apatzingán, tiene leucemia, que le fue diagnosticada en 2016, y en palabras de su padre «es muy difícil trasladarse cada rato (…) ahora está internada por su quimioterapia», le preguntamos a la pequeña como se encontraba y nos respondió «bien», sonriendo e iluminándose sus ojos verdes, lo que más le gusta hacer es «jugar con mis hermanas, somos cuatro conmigo» comentó la pequeña, quien portaba un vestido de la princesa Elsa, su personaje favorito.
Leonel, Leo, como le dicen las enfermeras, fue el encargado de leer su discurso ante el micrófono y fue increíble como ese pequeño de 7 años, conmovió hasta las lágrimas a los asistentes desde médicos, enfermeras, padres de familia y los reporteros que nos encontrábamos en ese lugar. Leo, tiene leucemia y agradeció a todos por ayudarle en su tratamiento para que pueda «volver a jugar fútbol, las traes, e ir a la escuela todos los días, al llegar al hospital me encontré con médicos, enfermeras y piquetes, comida que no era de mi mamá (…) para mi estar internado es cansado quisiera ir a casa». Por último Leo invito a sus amigos enfermos a seguir luchando por mantenerse vivos.
Gabriel Zamora Martínez, es un sobreviviente del cáncer de riñón que padeció desde que tenía 6 años, ahora ya tiene 12 y está curado y se encuentra en observación, nos contó cómo llegó al hospital «no sabían que tenía cáncer, pero un día que pegué en la palanca de velocidades se rompió parte de lo que cuidaba el riñón y pudieron ver que tenía cáncer», cuenta que estuvo 4 años en tratamiento y ahora todos los miércoles da un poco de alegría a los pequeño tocando el piano vestido de personajes de superhéroes; actualmente está en secundaria y quiere ser médico pediatra con especialidad en oncología.
Quienes estuvimos en ese evento sin duda tuvimos la lección del día sobre valor, resilencia, amor, pero sobre todo ganas de vivir y de anteponerse ante las adversidades.
