STAFF / Marcio Hernández
Los pobladores de la Costa de Michoacán de nuevo se unen en una sola voz y con un mismo propósito, pero esta vez sus mejores armas son la gastronomía y el buen trato a los turista, dejando atrás aquellos días en los que imperaba la inseguridad en la zona.
Los grupos armados no representan amenaza para los visitantes, el único peligro latente es para los prestadores de servicios cuando llega la temporada de huracanes, ya que varias veces han sido víctimas de los fenómenos meteorológicos.
«Nosotros hemos tenido grandes problemas en que cada vez que se vienen las lluvias, el mar lo tenemos hasta la cocina, cada año tenemos que hacer nueva construcción, consiguiendo préstamos para defender nuestro patrimonio» manifestó Roberto Ruíz Artega, propietario de la enramada Los Pelones de Boca de Apiza.
Así como Roberto, muchos piden más apoyo a las autoridades de los tres niveles de gobierno para reactivar la economía en la zona, ya que de ello dependen varias familias, y en algunas ocasiones se tiene que repartir el turismo entre las unidades económicas que hay en la zona.
«Somos seis enramaderos, trabajamos unidos, cuando les llega algún grupo de turismo en autobuses, nos los repartimos y nos queda utilidad para todos», confesó el presidente de las enramadas de Playa las Brisas, Adolfo Duarte Martínez.
A pesar de los embates de la naturaleza, los michoacanos de la región sierra costa, afrontan el reto de hacer de la entidad uno de los mejores destinos de playa del país con esperanza y orgullo de los recursos naturales que poseen.
La Secretaría de Turismo de Michoacán cuyo liderazgo recae en su titular Liliana López Buenrostro, se han acercado a los prestadores de servicios de la entidad para crear en conjunto acciones para promocionar las maravillas naturales que hay en la zona e iniciar una nueva proyección para atraer al turismo.
