Gordo, móchate con una bolsa…
Por Fernando Juárez “El Sargento”
Los OSCAR han pasado, nos llenamos la boca diciendo que México destacó a nivel internacional y ponemos de ejemplo de superación personal y laboral a personas que poco o nada han trabajado en nuestras tierras, ponemos en un altar a una muchacha que por la burocracia mexicana tiene la nacionalidad pero que ni sabe cómo se escribe la palabra “tequila” y menos ha probado un tamal con su atole.
Si dejamos de lado la ilusión de que somos un país de cineastas y actores consumados les quiero mencionar algo que, a lo mejor para ustedes es desconocido, el premio de consolación de los que no se llevan a casa una de estas estatuas color dorado que cuenta la leyenda, están inspiradas en el cuerpo del legendario Emilio “El Indio” Fernández.
En Gabacholandia existe una compañía llamada “Distinctive Assets” cuyo fin último es colocar productos y servicios con gente famosa para que se pongan de moda entre la gente común y corriente, son los encargados de dar una bolsa con regalos a todos aquellos que son nominados para algún reconocimiento, lo hacen mediante una bolsa que les llega a la comodidad de sus hogares a los pocos días de la prestigiosa premiación.
Las bolsitas empezaron a darse después del 2007 cuando el gobierno norteamericano comenzó a cuestionar el monto de los regalos que les daban a los ganadores y famosos, como nadie supo darles una respuesta mejor contrataron a la empresa que les mencione para que se peleara con el gobierno y les diera explicaciones.
La bolsa de este año tiene un viaje por Japón valorado en 15 mil dólares, un trasplante capilar de 16 mil (recordemos que se cobra por cada cabello), un tratamiento para revitalizar los genitales femeninos, sesiones de gimnasio en lugares exclusivos, tratamientos en diferentes clínicas, un viaje a Las Vegas y muchas más cosas, todo para sumar una cantidad de entre 85 y 90 mil dólares, solo por haber sido nominado e ir a sentarse 3 horas.
El año pasado la bolsa fue más o menos igual, solo que con la particularidad que incluía un viaje al África con un valor de 40 mil dólares, solo hubo un actor que lo uso y fue Hugh Jackman = Wolverine.
Nos podemos ir con la finta de que todo ese dinero solo hace que los actores vivan de vacaciones eternas, pero las estadísticas indican que solo se usan un aproximado del 10% de los regalos, todo lo demás se tira ya que no incluye transportes, hospedaje y diversos gastos sin mencionar el hecho de que todos los viajes y vales son para fechas específicas, lo cual hace muy complicado para los actores disfrutar alguno de sus “regalos”.
Como conclusión, Lupita y Cuarón, mejor vénganse a México a comerse un raspado, unos cueritos y a darse un viaje por el metro para finalizar con la clásica foto en la Villa con sombrero de charro y un caballo de madera al lado, les sale más barato y sirve que conocen al México de verdad y no solo Santa Fe y el Aeropuerto y a lo mejor hasta nuestro presidente les da un costalito de limones, que imagino anda rondando el mismo precio que la mentada bolsita.
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