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Por poner un freno al poder político de las corrientes ideológicas al interior del Partido de la Revolución Democrática (PRD) se pronunció el dirigente nacional interino, Ángel Ávila Romero, quien puntualizó que el partido del sol azteca no desaparecerá, sino que se transformará totalmente, sostuvo.
“Este modelo de tanto poder a las corrientes ha hecho mella y daño. Todos los partidos políticos tienen corrientes internas, el problema es cuánto poder les das por encima de la institucionalidad. Yo creo que buena parte de la pérdida que hemos tenido como partido es cuando las corrientes se imponen a la institución o a la legalidad interna, creo que es ahí en donde nos perdemos cuando hay corrientes que se ven beneficiadas por una legalidad que no es pareja”, señaló.
Reconoció que, por motivo de la reducción de prerrogativas, en razón de la baja votación recibida, habrá una reducción importante en la plantilla laboral, misma que calificó de lógica y necesaria toda vez que tendrán que ceder recursos a estados en los que el PRD no logró el 3 por ciento de la votación. No obstante, enfatizó que todo está a discusión en el PRD, aunque se pronunció por al menos mantener la nomenclatura.
Cabe recordar que en el proceso electoral del 2015 el PRD sacó alrededor del 12 por ciento de la votación nacional, en tanto que en el 2015 la votación bajó hasta 5.29 por ciento en la elección de diputados federales que sirve de parámetro. En consecuencia, el PRD sufrirá una reducción de prerrogativas de más del 50 por ciento.
Por su parte, tanto el dirigente estatal, Antonio Soto Sánchez, como el secretario general del PRD en Michoacán, Manuel López Meléndez, cerraron filas en el sentido de disminuir el poder de las corrientes y devolverlo a las bases, por lo que se pronunciaron por un cambio en los estatutos que impida el agandalle de espacios de liderazgo en el PRD.
