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Enriquecimiento ilícito de alcalde de Zitácuaro: Confirmado

Por J. Salatiel Arroyo Zamora/El Despertar

En determinada ocasión el señor presidente municipal de Zitacuaro “me mandó a platicar” con ciertas personas para que me “leyeran la cartilla” y me obligaran a cancelar mis libertades, especialmente la de expresión. Los sujetos en mención me recriminaron que el mandatario había acudido ante ellos a quejarse de mi osadía al invadir su vida privada; solicitando lo auxiliaran, acusándome incluso de meterme con su mamá, esposa e hija.

Acosado por el temor a perder la vida o ser objeto de una “multa”, como en esos días se estilaba, externé en mi defensa que un gobernante no tiene vida privada, pues no deja de serlo cuando llega a su casa, ni los fines de semana, ni siquiera cuando sale al extranjero; ya que, a donde quiera que va y en todo momento se ostenta como autoridad, lucrando con el cargo para obtener privilegios y despilfarrando lo que obtienen con dicha representación.

Por si fuera poco- les expliqué- que esa clase política, que me acusa de osado y pretende mi perjuicio, es la principal causante de la descomposición ética, espiritual, social y miseria económica que angustia a los michoacanos; que nuestros empleados públicos y sus familias ven en la administración de un Estado o municipio un botín a repartirse, prestándose sin ningún pudor a las tranzas, corruptelas e ilícitos; protegiéndose a través del tráfico de influencias, el soborno, la extorsión, el “maiceo” y de muchas otras formas, de acuerdo a su creatividad delictiva. Pero que a pesar de ello en EL DESPERTAR somos respetuosos de la vida privada de los servidores públicos, más de sus familias, así nos conste que hayan estado en centros de rehabilitación, sean viciosos (as), tengan amantes, novias(os), no son asuntos de nuestra incumbencia, pues lo que nos interesa es su responsabilidad en la administración de los bienes públicos.

Para reforzar mi hipótesis les mostrare un ejemplar de EL DESPERTAR, en el que se publicó un comunicado suscrito y enviado por el presidente municipal, dirigido a todos los medios de comunicación de Zitácuaro, en el que me acusa de pretender extorsionarlo, de exigirle una fuerte suma de dinero a cambio de no “tirarle” en el periódico.

Al leer el citado manifiesto mi interlocutor se sorprendió y exclamó: ”pero aquí se está usted tirando así mismo”. Le respondí: – no es así, esa es la opinión del señor presidente municipal, distorsionada y que no comparto; pero respeto, cosa que él no hace, no respeta el libre pensamiento de sus gobernados, menos de los medios de comunicación y periodistas independientes… les reiteré, “la prueba es que aquí estoy, tratado como un vulgar delincuente, cuando los corruptos y saqueadores de los pueblos son otros; que además deben velar por los interés de la población, en lugar de perjudicarla y ¿ Así me piden que guarde silencio y no me meta con él?”…

Finalmente aceptaron que los políticos son lacras, lo peor que le ha pasado a los mexicanos y culpables de que ellos anduvieran huyendo en los cerros, fueran asesinados y sus mujeres violadas y que el sujeto en mención era incluso peor que ellos, pero que necesitaban la colaboración económica de la clase gobernante y que, quien esto escribe ya no debería criticarlo.

Ante la insistencia de defender el sagrado derecho a la libre expresión, terminaron por “concederme” la oportunidad de señalar las conductas arbitrarias, pero no el nombre del corrupto y cobarde delincuente que me mandó con ellos… y así hemos intentado hacerlo…para proteger la integridad de las personas cercanas a EL DESPERTAR y la propia.

LAS PROPIEDADES DEL PRESIDENTE CAMPOS

Una investigación realizada por EL DESPERTAR, demuestra precisamente esa voracidad, corrupción, saqueo y como familiares del ladrón se benefician de esas conductas que se han vuelto típicas.

La nota principal que el día de hoy El Despertar brinda a sus lectores, necesariamente debería traer consecuencias jurídicas de carácter penal y administrativo. Mesurado y generoso con el protagonista de dicha información, el compañero Luis Contreras tituló la nota “Enriquecimiento inexplicable del alcalde de Zitácuaro”, cuando en realidad se trata de enriquecimiento ILICITO; primero, por tratarse de propiedades adquiridas con recursos provenientes del hurto. Si alguien lo duda, les informo que se refiere a ocho bienes inmuebles a nombre de Juan Carlos Campos Ponce, su esposa e hija; incluido un terreno ubicado en el costoso y exclusivo desarrollo residencial “Altozano,” en Morelia. Cinco de las citadas propiedades fueron escrituradas a la cónyuge e hija del edil el pasado 18 de febrero del 2014 y la mayoría adquiridas durante la presente administración municipal, a parte de las que se encuentren en poder de “prestanombres”.

Enriquecimiento inexplicable del alcalde de zitacuaro

Seguramente se argumentará que son producto del ahorro; si así fuese, el origen del “ahorro” son también los recursos públicos, pues jamás nuestro alcalde ha sido exitoso en la iniciativa privada y su crecimiento económico ha estado estrechamente vinculada al “servicio público”.

Ocho propiedades en un gobernante, significa un ultraje a quienes no han podido lograr siquiera una vivienda de interés social o un terreno para edificar un jacal con su esfuerzo, con el sudor de su frente y no con las contribuciones y el sudor de los de enfrente; contradiciendo al mandato Juarista que establece que los funcionarios públicos “no pueden improvisar fortunas, ni entregarse al ocio y a la disipación, si no consagrarse asiduamente al trabajo, disponiéndose a vivir en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley señala”.

A los mandatarios que se apartan del ideal del Benemérito de las Américas habría que aplicarles la propuesta de otro extraordinaria estadista, el de Uruguay, José Mujica: “A los que les guste mucho la plata hay que correrlos de la política”, pues el gobernante tiene que vivir como vive la mayoría y no como vive la minoría.

Ocho o cinco propiedades no se pueden lograr con un trabajo honrado durante un trienio, ni siquiera con un sueldo tan abultado de 120 mil pesos mensuales, cuando además se lleva una vida desenfrenada y constantes viajes de placer al extranjero.

EVASION FISCAL

Grave también en este asunto, son las prácticas deshonestas a las que se incurrió para evadir al fisco e intentar burlar la acción de la justicia, escriturando siete propiedades con un valor catastral excesivamente inferior al precio real. Con excepción de un terreno comprado por el presidente Campos Ponce en “Altozano,” con un precio de $ 876,049.00; las siete propiedades adquiridas en Zitacuaro fueron escrituradas con valor muy por debajo de la realidad. Para demostrar esta “irregularidad”, ejemplificaremos con tres bienes inmuebles propiedad del mandatario y su familia:

Casa habitación y local comercial en Boulevard Revolución Sur o Avenida Revolución, arrebatada ilegalmente a un individuo que murió en prisión y adquirida por Moris Abouchar, cuyo terreno tiene una superficie de 266 metros cuadrados y 412 metros de construcción, el alcalde le adjudica un valor de $ 542 mil pesos, mientras que un perito valuador afirma que el valor comercial es de dos millones y medio de pesos.

El Rancho del alcalde, ubicado en la tenencia de Curungeo, con una superficie de una hectárea y media de terreno y 500 metros cuadrados de construcción, que es donde hace sus fiestas y reuniones, el presidente lo escrituró con un valor catastral de 230 mil pesos (se lo compro al doble), cuando su valor comercial es de 4 millones y medio.

La tercera, en una casa habitación, en la calle Degollado, con un terreno de 407 metros cuadrados y 410 metros de construcción, a la cual se le adjudicó un valor de 356 mil pesos; sin embargo un experto valuador certificado afirma que el valor catastral real es de 750 mil pesos y el valor comercial se calcula en 2 millones y medio de pesos.

Al respecto habrá que investigar que Peritos Valuadores, Notarios y funcionarios públicos se prestaron a estas anomalías, para ocultar una inversión superior a los nueve millones de pesos, en sólo tres, de ocho bienes inmuebles.

LAS CONSECUENCIAS

Ante estas contundentes evidencias de corrupción y pruebas fehacientes de flagrante enriquecimiento ilícito, los hipócritas representantes populares se excusaran bajo el pretexto de la ignorancia, argumentando que no se dieron cuenta de la depredación. La misma actitud de falsa “indignación“adoptarán los esbirros y alcahuetes que dirigen a su partido (PRI); así como los funcionarios coludidos, que protegen a este tipo de delincuentes. Como acostumbran, para reducir la carga de la culpa y justificar sus raterías e ineptitudes, lejos de aceptar sus responsabilidades e intentar enmendar equívocos, culparan a los de enfrente. Otros dirán que todos son iguales; sin embargo, en el presente son los gobiernos del PRI, a nivel federal, estatal y en lo corto, lo que más nos lacera y consta, en el municipal. Pero en los tres niveles han demostrado ser ladrones, cínicos e incompetentes, se la pasan acusando a gobiernos del pasado de lo que sucede en Michoacán; pero nadie de esos gobiernos “del pasado” está tras las reja

s, ni los corruptos del presente, que desprestigian y desgarran a su partido (PRI) y a la sociedad han sido castigados; al contrario, son protegidos y premiados.

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