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Encuentro cercano @IsabelFelicidad

Por Isabel Felicidad

Soy una perrita criolla nacida en 2005. Me echaron a la calle desde pequeña, vagué y luché contra la adversidad hasta que encontré mi verdadero hogar. Ahora me la paso en mi casa comiendo y bebiendo agüita, jugando con mi hueso de hilo y disfrutando de mi camita. Creo que si los humanos no se complicaran tanto, la vida (de todos) sería mejor. En este espacio comparto con ustedes mis reflexiones perrunas acerca de esta Perra Vida.
Soy una perrita criolla nacida en 2005. Me echaron a la calle desde pequeña, vagué y luché contra la adversidad hasta que encontré mi verdadero hogar. Ahora me la paso en mi casa comiendo y bebiendo agüita, jugando con mi hueso de hilo y disfrutando de mi camita. Creo que si los humanos no se complicaran tanto, la vida (de todos) sería mejor. En este espacio comparto con ustedes mis reflexiones perrunas acerca de esta Perra Vida.

¿Recuerdan que hace tiempo les comenté de un incidente que tuve con un vecino y que les dije que algún día se los contaría?

Hoy es el día de contarles ese impactante episodio.

Resulta que un día como a las 8pm acompañé a una de mis hermanas a la tienda, y de paso yo estiraba las patitas e hice pis por todos lados como me gusta; salimos como de costumbre muy tranquilas, fuimos a la tienda donde se compró lo necesario y paseamos por las calles cercanas a casa; todo iba muy bien y muy contentas volvíamos a casa, cuando de la nada nos saltó encima una enorme bestia, yo alcancé a distinguir que era un congénere con muy mal genio y muy grande (un doberman), pero la pobre de mi hermana con el tremendo susto juraba que era un monstruo prehistórico apunto de devorarnos, ¡¡se nos lanzó como loco!!

Yo ladraba y lloraba mientras la pobre de mi hermana me levantaba y trataba de alejar a la “bestia” que quería devorarnos, ¡fue todo un show! Que claro, todos los vecinos veían horrorizados pero muy amables nadie se acercó a ayudar.

Como pudo, mi hermana corrió conmigo en brazos hasta la casa, al llegar ella lloraba, yo lloraba y mamá no entendía nada. Finalmente mi hermana relató el horrendo “encuentro cercano”, mientras me inspeccionaban para ver que no hubiera heridas considerables, nada más me masticó poquito una patita y las pompis pero nada más serio que el susto que le dio a mi hermanita y a mí, ¡casi nos hace diabéticas del susto el tremendo perrote!

Obviamente esto no podía quedarse así, mami y otra de mis hermanas identificaron el hogar del perro y fueron a hablar con el animal, con el animal del dueño ¡eh!

Resulta que el congénere vive al cuidado de un muchacho, el cual por “flojera” no saca muy seguido a caminar, vive confinado en un espacio de 2.5 x 1.5 metros, imagínense semejante perrote en el espacio tan pequeño, y que por descuido “se le salió de la casa”; como sabía que volvería no se tomo la molestia de salir por él, hasta que después de masticarme todo el chunde él volvió solito a casa.

¡Imaginen qué indignación! ¡Pobre perro! Con razón está histérico, díganme quién no lo estaría de permanecer todo el día encerrado en ese pequeño espacio solo e ignorado, hasta yo andaría intentando masticar las nachas de cualquier congénere que se me pusiera enfrente.

Creo que el muchacho olvidó lo que es una “mascota”, el compartir la vida con cualquier ser vivo, es una responsabilidad enorme, no somos sólo un adorno, necesitamos cuidados y amor, por eso siempre les recuerdo que antes de decidir salir corriendo a traer un cachorrito a casa, deben analizar el compromiso que este representa, saber si se cuenta con el espacio adecuado, el tiempo que el animalito necesita y el presupuesto para mantenerlo, porque por ahí dicen que no sólo de amor vive el hombre… Adivinen, ¡¡tampoco el perro!!

Recuerden que en esta “perra vida” como trates serás tratado, no olviden:  ¡¡ADOPTEN, NO COMPREN!! ¡¡Y ESTERILICEN!!

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