A la vuelta de la esquina
Por Rafael Escutia Garmendia
Mañana 1 de julio más de 2 mil cargos públicos estarán en juego. 6 gubernaturas, 1 jefatura de gobierno (DF); 500 plazas para diputados y 128 plazas para senadores. Hidalgo y Michoacán tendrán elecciones extraordinarias para alcalde.
Algunas sorpresas parecen ya no serlo. En el caso de Chiapas Manuel “el güero Velazco” de 32 años y candidato por el PVEM será el primer gobernador en la historia de ese partido; Morelos presenta una contienda muy cerrada en donde el candidato priísta presuntamente vinculado al crimen organizado y conocido por sus “festejos”, peleas públicas y excentricidades parece haber contado con toda la maquinaria priísta; Yucatán, panista por tradición se pintará de rojo mientras que el GDF no hay duda, estará en manos de las izquierdas.
Bajo ese escenario se terminaron las campañas lo que no significa que las movilizaciones a favor o en contra de uno y otro candidato hayan cesado. Ayer viernes el coordinador del candidato de las izquierdas insistía y denunciaba con Carmen Aristegui supuestos intentos en EDOMEX a través de Grupo Soriana para la compra del voto a favor del candidato puntero Peña Nieto mediante la entrega de tarjetas de monedero electrónico.
Sin embargo, las elecciones del 2012 han sido las más vigiladas en la historia de México. En nuestro contexto, 696 observadores internacionales, más 2 millones de observadores electorales acreditados por los partidos políticos; más de 900 medios de comunicación de todo el mundo vigilan y cubrirán cada minuto de la jornada electoral y las poco más de 143 mil casillas que se abrirán e instalarán a partir de las 8 hrs. A esas casillas las vigilarán lentes, plumas, micrófonos de todo el mundo no sólo Televisa y Televisión Azteca. Además y de manera coyunturalmente innovadora, las redes sociales estarán expectantes a lo que este 1 de julio sucederá. Estarán también ahí en las casillas, miles de jóvenes con un Smartphone.
Ante tal escenario la obcecada insistencia de que se orquesta un “fraude electoral” es ridícula, desestabilizadora y un recurso de propaganda política al mismo tiempo. Si bien tenemos retos importantes en nuestra procedimental democracia, el reto mayúsculo es superar el hecho de que todos los partidos políticos, todos, ejerzan prácticas para compra de votos, el acarreo de votantes o incluso la inhibición del voto el día de la jornada electoral. Empero, la jornada electoral, conteo de votos, traslado y entrega en oficinas distritales; captura, procesamiento y publicación electrónica cuenta con mecanismos operativos avalados por todos los partidos.
Los actores políticos saben que un reto urgente de atender para reducir al mínimo la posibilidad de gestar fraudes electorales es el financiamiento a institutos políticos. Se requiere de una reforma electoral integral que modifique las reglas del juego y que base la democracia – o lucha por el poder – en elementos distintos a sólo la suma de votos lo que a su vez permite hoy por hoy, el financiamiento a los partidos. Se trata entonces de que los votos dejen de ser “dinero” como fundamento para la existencia de los partidos.
Si hoy existen denuncias sobre supuestos intentos de fraude y compra de votos es quizás porque quienes denuncian fueron desde 1988 –o antes – gestores de estos. Camacho Solís y Manuel Bartlet por ejemplo, son sólo dos personajes de ese viejo sistema que no acaba de morir, no acaba de irse, juega sucio y se cura en salud.
Salga usted a votar mañana…pero procure, se lo pido por favor: involucrarse a diario en los temas públicos.
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