
STAFF/Elly Castillo -@ellycastillo
Con el dolor de su partida, portando globos blancos para honrar su memoria, cientos de personas acudieron al panteón Gayosso a despedir de manera muy sentida a Abraham Gutiérrez Yépez, “Lalito” o “Güero” como de cariño le llamaban su amigos, sus vecinos, sus seres queridos, su familia, a la que ha dejado destrozada tras su repentina y trágica muerte acaecida la noche del pasado jueves 30 de enero.
Abraham estaba por cumplir 11 años en abril y hacer su Primera Comunión en junio por lo que tenía grandes planes de vida, aparte de andar con su patín, o bailando o leyendo la Biblia, porque era muy apegado a la religión, “hasta pensábamos que podría ser sacerdote” cuenta una de sus tías en testimonio para este medio.
A “Lalito” también lo recordaron de forma muy solemne en su escuela, la ‘Niños Héroes’, donde sus compañeritos y maestros le brindaron minuto de silencio y de aplausos. Es por eso tal vez que su ataúd estaba repleto de arreglos florales, y una multitud se congregó a darle el último adiós.
“Era un niño muy querido, muy amado, muy alegre, muy platicador, muy inquieto… le encantaban los dinosaurios, se sabia todo de ellos!” le recuerdan así en su familia, que ha quedado quebrada pues además Abraham no sólo era el primogénito de la familia Gutiérrez Yépez, sino también el primer nieto y el primer tataranieto del clan.
¿Y el culpable?
En entrevista con Changoonga.com testimonios de la familia acusan directamente al empresario Raymundo López Olvera de encubrir a su hijo, Raymundo López Rodríguez, quien se sospecha, se fugó a España ya para evitar a las autoridades a las cuales sobornó con 3 millones de pesos.
“El señor Raymundo quedó muy atento de comunicarse con nosotros y ni una llamada ni nada. Ni su seguro Quálitas se ha comunicado. La mamá tiene fracturas de columna, de cervicales, el papá tiene el cuello, los brazos, el estómago lastimados y ellos no nos han buscado para nada, ni para pedirnos mínimo un perdón”, refiere la familia.
Hay indicios de que el responsable conducía esa noche bajo los influjos del alcohol y drogas, cuando a bordo de BYD Song Plus, color blanco, con matrícula PRH601D chocó por detrás al Ford Fiesta de la familia Gutiérrez y los proyectó contra un tráiler Dina, el cual transportaba cemento.
Ahí fueron prensados Abraham, su mamá y papá, solo su hermano Max se salvó de la embestida. Abraham murió en el hospital Infantil de traumatismo craneoencefálico, alcanzó a despedirse de su papá, y expiró.
En tanto, Raymundo Jr solo pisó Barandillas por unas horas. A la familia afectada le enseñaron un examen tóxicológico que dio positivo a alcohol y sustancias diversas. Pero al día siguiente fue cambiado por solo “rastros de marihuana” la cual argumentaron era medicinal, y de ahí no se ha vuelto saber más del presunto homicida.
Por lo pronto ante su partida, Abraham ha dejado a su mamá Naomi, a su papá Eduardo y a su hermano Maximiliano, de 9 años con heridas no solo del accidente, sino del alma, proclamando justicia por su injusta partida.