STAFF/Alejandra Macedo-@AleMacedo0
Durante el 2023, la comunidad LGBTTTIQ+ celebra su inclusión y la disminución de discriminación en su contra, pero para lograr esto, personas de la comunidad han tenido que luchar y soportar durante años y para ello, el día de hoy daremos un viaje por el tiempo, con la dignificación de los derechos hacia las mujeres transexuales y el trabajo sexual que han realizado durante años.
Para esta historia, entrevistamos a dos mujeres transexuales, trabajadoras sexuales, además de un homosexual, que llegaron a sufrir redadas y abusos policiacos, psicológicos y físicos, por ejercer estos servicios.
Comenzamos con “Ticha” que tiene más de 40 años ejerciendo el trabajo sexual en la ciudad de Morelia, quien nos compartió que desde un principio, se instalaban en la calle “Manuel Muñiz” y sufría de varias redadas por parte de la Policía Municipal, quienes además se disfrazaban de civiles para poder arrestarlos.
“Si, a mí me llegaron a agarrar, sigo teniendo mal un dedo porque me aventaron a la camioneta, me agarran como un puerco y me pegué, me agarraron a mí y a otras amigas”, refirió la mujer.
Prosiguió comentando, que tras ser detenidas, eran llevadas a barandillas, ubicado en San Juan, para ahí seguir siendo agredidas, e insultadas, además de ser ridiculizadas ante la prensa y toda la ciudadanía, con títulos amarillistas como “Se detuvieron a dos jotos vestidos de mujeres”.
“Me llevaron a barandillas, estaba en San Juan antes, cuando llegamos nos agredieron, nos aventaron, nos insultaban, luego, luego mandaban llamar, y salíamos en las noticias “Dos homosexuales vestidos de mujer” y nos tomaban fotos, salíamos en las noticias, eran cosas muy fuertes”, agregó.
Ticha también expresó, que luego de las redadas casi semanales, optaron por moverse a la Plaza Carrillo, para tener más opción de huir de los policías, aunque también salió contraproducente, pues les enviaban más patrullas para poder deterlas a todas.
“Nos tuvimos que mover a Carrillo, porque era más fácil correrle, pero era más difícil, porque ya nos mandaban al comandante, con muchas patrullas”, relató.
Ticha, contó, con la voz entrecortada, que había ocasiones en que los policías les ofrecían “Tratos” de que si mantenían relaciones sexuales con ellos, o les hacían felaciones, las liberarían, acuerdos que siempre eran falsos, además de que los encuentros sexuales eran demasiado violentos, y ellas lo catalogaban como “Violaciones”.
Mencionó además que para realizar estos actos, se las llevaban rumbo a la zona del estadio Morelos, donde en ese entonces había vacas y ganado, siendo violadas en las patrullas, en la tierra, o entre el excremento de animales.
“Si nos agarraban, nos llevaban a donde antes era el estadio Morelos, ahi antes criaban ganado y nos llevaron para violarnos, nos hicieron lo que quisieron para que supuestamente nos dejaran libres, pero no era cierto, nos regresaban a la cárcel”,