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Pasa En México: Liberan A Exdiputado Que Ordenó Quemar Con Ácido A Saxofonista

STAFF/@michangoonga

María Elena Ríos, saxofonista oaxaqueña que fue víctima de un ataque con ácido en 2019, hizo público su miedo en muchas ocasiones: que el hombre que ideó su ataque, saliera de la cárcel. Y su miedo se materializó: su presunto agresor pasará en arresto domiciliario su condena.

A través de su cuenta de Twitter, María Elena Ríos criticó la audiencia que dejó a su agresor, Juan Antonio Vera Carrizal, fuera de la cárcel después de que su defensa argumentara problemas de salud:

“Con una audiencia maquillada y un acuerdo pactado, hoy, mi agresor ha quedado libre. Esto es México.  Si lo liberan y se da a la fuga y me mata #QuémenloTodo”.

Vera Carrizal es un empresario y ex diputado local del PRI. Mantuvo una relación con María Elena Ríos, quien al momento de la agresión tenía 26 años. “Malena” como le llaman a la saxofonista, se encontraba en su casa cuando un desconocido entró y le roció con ácido la cara y medio cuerpo. Estuvo cinco meses hospitalizada.

Fueron detenidos dos hombres, además del entonces diputado del PRI. En mayo de 2022, Malena declaró: “Si fue capaz de hacerme esto cuando le dije que ya no quería estar con él, ahora que todas las personas saben lo que hizo, si queda libre, puede atentar contra mí y mi familia” al ser suspendida la protección que tenía.

En entrevista telefónica, Malena pidió el apoyo de la audiencia: teme por su vida. Indicó que se vienen tiempos oscuros para las mujeres mexicanas, pues la importancia que aparentemente se le da al tema de feminicidios y violencia contra la mujer, tiene un trasfondo meramente político.

Indicó que la Fiscalía General de la República (FGR) rechazó su carpeta de investigación, argumentando que el tema no es de su competencia:

“Me quieren muerta como a Debany, nadie quiere las carpetas de investigación de las vivas, porque nadie quiere asumir la responsabilidad de las vivas. La FGR solo atrae las carpetas de investigación de las muertas, no de las vivas” clamó desesperada.

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