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El mural de El Tajín, un Patrimonio Cultural de la Humanidad y Patrimonio Mundial de la UNESCO, sufrió un ataque durante la madrugada del 21 de diciembre cuando personas desconocidas incendiaron la membrana geotextil que cubría el edificio de los murales. Según medios locales, el fuego causó daños irreparables a las pinturas elaboradas por la cultura Totonaca.
Aunque la zona arqueológica está custodiada por la Guardia Nacional, los extraños lograron ingresar sin ser detectados y causar el daño.
Las imágenes muestran que los responsables actuaron con dolo, ya que el daño fue directo a la estructura piramidal, no a la techumbre de madera instalada para protegerla.
Diego Prieto, director general del INAH, informó que estas personas estaban ligadas a grupos criminales y confirmó que solo 200 de las 1,200 hectáreas que componen la zona arqueológica son propiedad pública adquirida por el gobierno de Veracruz.
El director de la Zona Arqueológica, Olaf Jaime Riverón, se trasladará al área afectada después de enterarse de los hechos. La seguridad del centro ceremonial es responsabilidad de la Guardia Nacional, que mantiene un destacamento permanente en la zona. Sin embargo, no se percataron de los daños durante el ataque.
