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Con consignas cómo «Dos de Octubre no se olvida, es de lucha combativa» y «Educación primero al hijo del Obrero, educación después al hijo del Burgués» fue como, al rededor de 13 casas de estudiantes, organizaciones y estudiantes independientes, marcharon desde la puerta principal de Ciudad Universitaria (C.U.) hasta Palacio De Gobierno, en conmemoración a la matanza estudiantil del 2 de octubre de 1968.
Pese a que el hecho ocurrió hace 54 años, los estudiantes tomaron las calles del centro histórico de la ciudad, de una manera pacífica, para recordar, visibilizar y exigir justicia por los estudiantes universitarios de la Universidad Autónoma de México (UNAM) e Instituto Politécnico Nacional (IPN) principalmente, quién junto a algunos obreros, perdieron la vida debido a órdenes del entonces presidente, Gustavo Díaz Ordaz.
Durante su recorrido, avanzaron hasta la fuente de Las Tarascas, para posteriormente retornar nuevamente a Palacio de Gobierno, portando lona y pancartas, con leyendas como «Hasta La Victoria, Siempre, Compañeros» y «Ni Perdón, Ni Olvidó», y teniendo el camino libre, pues no se presentaron elementos policiacos ni de La Unidad Del Restablecimiento del Orden Público (UROP).
Al arribar al primer cuadro de la ciudad, ya se encontraba un templete con sonido, listo para ofrecer un «tradicional» mitin estudiantil, como el que se brindó en la Plaza De Las Tres Culturas, la tarde del miércoles 2 de octubre.
«Somos nietos de la revolución, camarada de la independencia, y hermanos de los 43» Fue lo que un estudiante replicó a voz alta, al iniciar el discurso que era escuchado frente a la Catedral de Morelia, por al rededor de 800 estudiantes.
En el lugar, únicamente se dio lectura, y recordaron con detalle el cómo el Batallón «Olimpia» quienes portaban un guante blanco en la mano izquierda, y fueron quienes comenzaron el tiroteo a discreción desde varios puntos de la Plaza de las Tres Culturas.
Es de mencionar que el movimiento estudiantil, y las manifestaciones por este motivo, tuvieron sus inicios en la ciudad de Morelia, en el año 1966, dónde se reprimió a estudiantes nicolaitas, desatando una serie de conflictos entre el gobernador Agustín Arriaga Rivera y la Universidad Nicolaita.
