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El juicio oral con la causa penal 1404/2020 por el feminicidio de la joven maestra Jessica González Villaseñor, fue pausado una vez más, debido a que ninguno de los ahora 10 abogados defensores del imputado, Diego Urik «N» de apersonaron en la sala de oralidad #3 del Centro de Readaptación para menores.
Al principiar la audiencia, se le pudo ver en solitario al presunto feminicida, en la inmensidad de aquella fría sala de madera y concreto, pues ni sus familiares, ni litigantes se hicieron presentes en el juicio, teniendo que soportar en solitario los regalos del Juez Ariel Montoya.
Ante tal falta, Urik pidió el uso de la voz, para realizar una manifestación, pidiendo primero una disculpa para el juez y todo el público, por haberlos hecho comparecer ante este tribunal.
«Primero que nada, ofrecerle una disculpa, por disponer de su tiempo (…) Uno de mis defensores se rompió la mano, y otro está enfermo», argumento el joven.
Ante esto, el abogado nombró inaceptable el hecho de que ninguno de los 10 abogados defensores con los que el imputado cuenta, se pudieran presentar, apelando a qué tan solo 3, habían presentado algún justificante médico, cuestionando la utilidad de los otros 7 litigantes.
De este modo, Ariel Montoya, impuso una sanción de 40 Unidades de Medida y Actualización (UMA) lo cual es equivalente a un total de $3,848.48 pesos, aplicados para toda la defensoría, además de advertir las posibles sanciones en caso de volver a abandonar el juicio.
«Abandonar una defensa es un delito, y en la próxima audiencia, si no acude ni uno solo, declarare abandonada la defensa, y pueden ser acreedores de 6 meses a 5 años de prisión, o la misma cantidad de tiempo sin poder ejercer su licencia profesional», Sentenció el togado.
Así mismo, finalizó argumentando que también podría dar luz verde a la investigación de los abogados por parte de la Fiscalía General Del Estado de Michoacán (FGE).
