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El día de hoy, se realizó la marcha feminista 8M en conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora en la ciudad de Morelia.
Se acordaron dos puntos de encuentro para las mujeres que participarían en la marcha: la puerta principal de Ciudad Universitaria (CU) y el jardín Morelos, más conocido como “El caballito”. Ambas tendrían como punto final el Palacio de Gobierno.
Desde temprana hora, las mujeres pertenecientes a la Asamblea Mujeres de Michoacán, fueron arribando a la puerta principal de CU: se preparaban para la marcha haciendo carteles, pintando sus caras y hasta realizaron rituales aztecas de protección. Fueron alrededor de 2 mil mujeres quienes marcharon para oponerse a la rectora Yarabí Ávila González.
Durante su trayecto, personal femenino del IMSS les repartió botellas de agua. La marcha transcurrió pacíficamente al grito de consignas como “No que no, si que si, ya volvimos a salir”, “se va a caer, se va a caer, abajo el patriarcado se va a caer”.
A su paso por la Avenida Madero, algunas mujeres que se encontraban laborando salían para demostrar su apoyo a la marcha feminista: “Las mujeres trabajando también están luchando”.
Fue alrededor de las 18:00 cuando las manifestantes arribaron al Palacio de Gobierno y se prepararon para compartir su posicionamiento; minutos antes, el contingente que se dio cita en el Jardín Morelos apenas comenzaba su marcha.
La manifestación de la Asamblea de Mujeres Michoacán transcurrió sin actos vandálicos y con mucha seguridad. En el templete instalado frente a Catedral, el padre de Frida Santamaría, mujer michoacana víctima de feminicidio, compartió un mensaje y rompió en llanto al escuchar a las mujeres asistentes gritarle “No estás solo”.
…MIENTRAS TANTO, EN EL JARDÍN MORELOS…
Del otro extremo del Centro Histórico, colectivas feministas se congregaron en compañía de un grupo de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) para vigilar que no hubiera abusos durante la marcha.
Un grupo de católicos y ProVida se ubicaron en las afueras del templo de Las Monjas para evitar que fuese vandalizado por las manifestantes feministas. La manta de alrededor de 20 metros de largo decía: “No a la violencia contra a la mujer, unidos por su dignidad”.
Marcharon niñas con alas de mariposa en las que se leía “las niñas no se tocan” y «no voy a crecer con miedo». Un niño portaba un cartel en el que se leía “mi maestra Jessica no se tocaba”. Marcharon chavas con sus lomitos, que portaban carteles que decían: “hasta yo entiendo que no es no”.
En los carteles se leía: “Somos el grito de las que ya no están” “quiero regresar a mi pueblo con un título y no en un ataúd” “abuelita vine a gritar lo que a ti te hicieron callar” “no nací mujer para morir por ello” “Nos nació fuego de las cicatrices”, “aborto si, aborto no, eso lo decido yo”.
Desde el balcón de una casa, un abuelito causó furor entre las mujeres participantes, cuando a su paso, agitó un pañuelo morado en señal de solidaridad con las manifestantes.
Se vio a un gripo de mujeres marchó sosteniendo una manta grande con la cara de un hombre “Alejandro V” esta es la cara de un abusador sexual de una niña de 9 años, justicia para Vero”.
Contrario a lo que fue la marcha de la asamblea de Mujeres Michoacán, el paso de este bloque por la Avenida Madero dejó múltiples negocios afectados: las feministas realizaron pintas en la fuente de Las Tarascas, el Congreso del Estado de Michoacán y el Palacio de Gobierno además de romper vidrios, al tiempo que gritaban “Fuimos todas”.
Se vivieron momentos de tensión pues en un bar cercano a la Catedral, comenzó a salir gran cantidad de humo, temiéndose que fuesen gases lacrimógenos pero se confirmó que fue el polvo de un extintor
Casi al finalizar el evento, una niña tomó el micrófono para advertir que las generaciones que vienen, tendrán justicia. “Nos manifestamos con tanta fuerza, con tanta intención, con tanta furia, porque el miedo ya cambió de bando”.
