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Un tráiler procedente de Querétaro y que se dirigía a la ciudad de Brownsville, en Texas, se accidentó contra un camión de carga en la carretera Ciudad Victoria-Matamoros, y derivado de ello quedó expuesta la carga de la unidad la cual constaba de cuatro toneladas de perros y gatos muertos.
El incidente ocurrió en el kilómetro 265 con dirección a San Fernando, por lo que la Guardia Nacional (GN) anunció el cierre parcial de la circulación.
El tráiler era conducido por quien se identificó como Armando Serrano, quien informó que el contenido era propiedad de una empresa llamada Aquanimals, la cual posteriormente le entregaría a la compañía RonaLab las cuatro toneladas para su distribución a laboratorios de universidades estadounidenses, y que con ellos se realizarían prácticas estudiantiles.
Entre las cuatro toneladas de dicha carga se encontraban restos de perros, gatos, corazones y ojos de bovinos, transportados en tambos de 200 litros, con un 90 por ciento de agua y 10 por ciento de líquido para preservarlos.
Y no obstante lo extraño del cargamento el conductor mostró todos los permisos necesarios, así como con la aprobación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sader) y el permiso de exportación del gobierno de los Estados Unidos.
