STAFF/ Eliza Flores @eliz_ffp
Ha llegado un oficio exhortando al Arzobispo Carlos Garfias Merlo para que no hable en contra del aborto con actores políticos, esto desde el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), ya que estar en contra del aborto, es estar en contra de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, siendo esto una forma de discriminación.
El día de ayer 16 de diciembre se giró oficio al Arzobispo, en donde «se le exhortó a observar el marco constitucional y legal que rige a los ministros de culto, el cual presida evitar expresiones que sirvan como justificación para negar el acceso de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres (…), en particular, su derecho a una maternidad libre y voluntaria», se lee en un oficio que hizo llegar la CONAPRED, a quien presentó la queja.
Se supo que dicha queja fue presentada por una mujer de nombre Martha, quien el 17 de julio se infiltró en una rueda de prensa del Arzobispado, en donde encaró al sacerdote para informarle que ya había presentado queja en su contra, después de que el día 10 de julio Carlos Garfias Merlos, hizo un llamado al Congreso Local a no poner a discusión en la agenda pública la despenalización del aborto en Michoacán.
«Sí lo acusamos formalmente y ante las instancias que tenían que ser, lo que usted hace está fuera de sus facultades, usted por la Constitución no está facultado para opinar sobre asuntos de política interna del país” expuso Martha durante la rueda de prensa.
En donde además la feminista infiltrada le recordó al Monseñor que no debe posicionarse en contra del aborto, ya que no está dentro de sus facultades, por lo que no debería meterse en la decisión de los diputados de legislar o no en favor de la Interrupción del embarazo.
«El arzobispo no está facultado para emitir un posicionamiento político respecto al aborto, nosotros tenemos derecho a meternos en este tipo de cosas porque nosotros tenemos derechos de proteger nuestros cuerpos, así como se inmiscuye en lo que no le importa, debería sacar sus rosarios de nuestros ovarios«, acusó la feminista en aquel momento con molestia ante el Arzobispo.