STAFF / Alejandra Hernández-@AleSolAleLuna
Cada una de las fortalezas blindadas que habitaba el ex gobernador Silvano Aureoles Conejo en 7 municipios, tiene por fachada un cuartel de la Policía Michoacán, donde la falta de instalación y paredes de plástico contrastan con el diseño y cristales blindados de la fortaleza.
De acuerdo con las fotos filtradas a esta redacción, en el cuartel de Lázaro Cárdenas, incluso se encontraron al interior del lujoso búnker cubiertos finos de España, además de otros lujos y comodidades en una sola área blindada, que replicaba el modelo en los cuarteles de Apatzingán, Cualcomán, Jiquilpan, Zitácuaro, Uruapan y Huetamo.
El monto por concepto de renta es de 3 mil 425 millones 732 mil 999 pesos por dichos siete inmuebles, mientras que el monto total de la compra asciende a 5 mil 186 millones 99 mil 288 pesos.
Pero son los colchones viejos, instalaciones eléctricas inconclusas, materiales endebles de los cuarteles, los que contrastan con las dos habitaciones del bunker en Lázaro Cárdenas, cada una con sus camas respectivas, cocina, aire acondicionado y su baño, sin contar el espacio con palapa, donde hay un asador puesto para la carnita asada.
Mientras los lujos están adentro del búnker, ubicado en el costado del Helipuerto, los elementos de seguridad tiene que conformarse con tener un apagador de luz que sirva o una silla donde sentarse, al calor de la costa Michoacana, tienen que soportar basurero de llantas y el calor, porque las paredes son de lamina, tabla roca o cómo señaló el gobernador, de plástico.
En el caso de Apatzingán, se abre una puerta del cuartel de la Secretaría de Seguridad Pública en mal estado, que conforme a las fotos, el recinto es amplio y resguarda a la perfección el búnker ubicado al lado del helipuerto, amueblado, con una buena sala, un buen comedor, una área al aire libre, mientras el espacio de los oficiales permanece una litera sin colchones y un escritorio arrumbado.
Hasta la calidad del piso contrasta, cuyas licitaciones de obras públicas se convirtieron en, primero, contratos de arrendamiento con sobrecosto y segundo, en la compra de los mismos el 28 de septiembre del 2021, dos días antes de terminar su administración, el Gobierno de Silvano Aureoles, por el monto de mil 552 millones de pesos.
El más descuidado es el búnker de Uruapan, el cual no tiene ni piso las grietas dejan ver los tubos de servicio de drenaje y agua sin contar la falta de mantenimiento de pintura que se cae a pedazos de las paredes de la fachada.
De camino al búnker hay un bote de basura improvisado, ya que no les alcanzó al poner varios aires acondicionados en el búnker, que también cuenta con su respectivo gas estacionario y un gran, gran calentador de agua.
Todas y cada una de las puertas de acceso de los búnkers cuentan con cinco pasadores, de una llave de alta seguridad que da acceso a una sala blanca y elegante habitación de colores neutros respectiva televisión y su cama matrimonial.
Su sala, su comedor su cocina y su baño no podían faltar, al igual que otro azadón para pasar un fin de semana en la palapa que acompaña en Uruapan.
Así vivía el ex mandatario estatal, de acuerdo a las declaraciones del actual gobernador por MORENA, Ramírez Bedolla, quién en su intervención en la rueda de prensa de hoy aseguró las paredes están hechas de plástico.
“La Venta y renta de estos siete cuarteles tiene un costo de 5 mil millones de pesos, pero las paredes de los cuarteles están construidos de plástico y cuentan con un área de casa de Gobierno de lujo y blindado”, finalizó.
