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Como es su estilo, sin pelos en la lengua y con palabras altisonantes, en pleno sermón ante sus feligreses, el padre Alfredo Gallegos Lara vertió una serie de críticas contra maestros de Michoacán de los cuáles acusó están más dedicados a manifestarse que a dar clases.
En su homilía en la parroquia de Chucándiro, tras congratularse de ver a la gente de la comunidad asistir a misa, agarró y la emprendió contra los profes a quienes tachó de «huevones» y conflictivos además de descalificar su comportamiento a través de un ejemplo respecto a que los docentes ponen de pretexto la pandemia para no dar clases, pero bien que andan en otros lugares exponiéndose:
«No damos clases porque nos contagiamos y yo los veo en la playa, en los bares. Hay mil cabrones allá… Ayer me encontré uno de Angamacutiro, como cuarentón que da clases en Tlalpujahua. Bien pedo. Dijo: están como el padre Pistolas, ese padre, yo me retiré porque se la pasa tronando las narices y enamorando a las muchachas. Le dije: ‘Oye wey yo soy el padre pistolas, yo ni conozco la coca, nunca me he cogido a nadie ¿por qué dices eso? Ay padre disculpe, es que habla uno a lo pendejo’. Pinche maestro porque no te pones a dar clases, andas bien pedo. Y se enojan porque se los digo hijos» dijo con su característica voz recia.
Tras estas palabras recomendó a su rebaño que, si ven a un maestro, lo lleven personalmente a las escuelas y también los traigan a la iglesia.
Previamente, luego de pedirles a sus oyentes no andar perdiendo el tiempo en actividades improductivas, acusó:
«Los maestros esos que cierran la carretera, que están a la entrada a Morelia ¡ya me tienen hasta la madre! » al señalar que en una ocasión trasladaba una donación de sangre para un enfermo «¡y -los- cabrones no me dejaron pasar!»
Apenas en días pasados el mismo padre Pistolas, llamado así porque suele predicar portando una arma de fuego y gusta de la cantada de rancheras, conocido además por sus críticas políticas, fue protagonista de una polémica que llegó a medios nacionales por llamar a una mujer «estas muy gorda deja de tragar arroz», también en un sermón.
