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#Morelia15S Mi Esposo Perdió A Su Mamá Y Su Sobrino Y Ya No Fue El Mismo

El amor de una esposa hacia su marido se refleja en el dolor que siente al ver el cambio que tuvo su esposo en su carácter tras los granadazos en Morelia.

STAFF/ Eliza Flores @eliz_ffp

“En memoria de los caídos estamos aquí, fue mi sobrino y mi suegra, que en paz descanse, quienes perdieron la vida, mi esposo, mi sobrina, mi cuñada, y su servidora fuimos muy afectados por esos hechos tan terribles”, recordó Aurora Bravo Lucas, una de las víctimas y sobreviviente del «granadazo» del 15 de septiembre del 2008, que se suscitó en la Plaza Melchor Ocampo de la ciudad de Morelia.

Aurora esta mañana se presentó a rendir honores a las víctimas que perdieron la vida en el atentado del grito de la independencia, ahí recordó los hechos que cambiaron su vida y la de su familia, al perder a dos seres queridos, su suegra Eliza Guerrero, y a su sobrino Ángel Uriel, su dolor más profundo es ver como su esposo ya no volvió a ser el mismo, tras la muerte de su madre.

“Más que todo yo lo siento en lo familiar, mi esposo no era así, el perdió a su mamá a su sobrino y eso cambió drásticamente su carácter, su temperamento, pues son muchas palabras que no se pueden describir”, dijo entre lágrimas la señora Bravo, quien no solo vive con dolor en el alma, sus piernas aún cargan con el recuerdo del atentado, sus piernas albergan esquirlas de la granada de fragmentación.

Como muchos de los asistentes a la fiesta patria de aquella noche tan fatídica, ella recibió impacto de la granada, afortunadamente no perdió la vida, pero dice que todos los días de una o de otra forma revive aquel atentado a pesar de que ya ha pasado más de una década.

“Aunque han pasado muchos años no se olvida, todos los días no se olvida, tenemos molestias en los pies, en los oídos, pero más que todo el hecho de que ya no estén familiares o que se queje uno de las molestias porque las esquilas duelen más, por el frío o el calor, hay veces que no se quita”, refirió la señora Aurora.

Hace poco tiempo ella y su familia pudieron adquirir la calidad de «víctimas» por parte del gobierno federal, pero a la fecha no ha llegado una reparación del daño por los hechos que hoy en día la aquejan, lucha a lado de otros compañeros para lograr que se les otorgue una pensión, pero los procesos aún no han concluido, por lo que hace un llamado a las autoridades para una pronta solución.

“Que no se olviden de nosotros, que estas situaciones nosotros no los pedimos, a nosotros no se nos ha dado la pensión vitalicia, nosotros estuvimos aquí como cualquier persona, conviviendo con el pueblo, pensando que iba a ser una situación bonita, pero fue todo lo contrario”, detalló Aurora, quien espera que pronto pueda resolverse la situación y poder obtener apoyo de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas.

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