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La tarde de los cuchillos (panistas) largos// By @gaaelico

Espacio para la estulticia de un humilde obrero de la información #Antifascista #Socialismo Humano
Espacio para la estulticia de un humilde obrero de la información #Antifascista #Socialismo Humano

Por Toño Aguilera

La tarde del pasado viernes 6 de marzo, Alfonso Martínez acudía junto a su familia a un célebre restaurant en la capital michoacana, y no había otro motivo para celebrar que ser el fin de semana, lo que menos se imaginaba el diputado era que también se bebería el fin de su candidatura independiente, y ese finiquito tenía un autor material e intelectual: su ex partido político, el PAN.

El celular de Martínez Alcázar interrumpió el sencillo convite familiar y al otro lado del auricular se escuchaba la voz tronante y molesta de su asesor jurídico, el aun panista Antonio Plaza: “Poncho, lo lograron estos infelices, nos tumbaron la candidatura”.

El ex diputado se refería a la sentencia –por unanimidad- de la Sala Regional Toluca  del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que ordenaba cancelar el registro como aspirantes a candidatos independientes a Alfonso Jesús Martínez Alcázar y a los integrantes de su planilla para conformar el Ayuntamiento del Municipio de Morelia.

Alfonso Martínez ordenó de inmediato un análisis de las posibilidades (casi ínfimas) de poder apelar el fallo del Tribunal y acudir a las instancias superiores, además ordenó la realización esa misma tarde de una rueda de prensa, para fijar postura y contestarle a su más acérrimo rival: el dirigente estatal del PAN, Miguel Ángel Chávez.

En la conferencia de prensa improvisada, visiblemente molesto y confundido, Martínez Alcázar le dirigió sus misiles al líder panista: “una vez más el poder de los partidos políticos en Michoacán han violentado los derechos humanos de los integrantes de la planilla ciudadana, quienes se han visto vulnerados y atacados a través posturas débiles e infundadas legalmente. El PAN no quiere que seamos candidatos”.

Este último capítulo viene a engrosar la larga novela de la guerra civil y política que vive el panismo en México a su interior, en donde la tribu maderista avasalla y revienta al calderonismo. Y el mayor ejemplo de ello es la postura (casi maternal) de la candidata del PAN en la defensa de Alfonso Martínez, al manifestar apenas el domingo pasado su confianza en que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) restituya la candidatura independiente de su otrora correligionario Alfonso Martínez Alcázar.

Y de paso, dejó entrever el tamaño de la fisura existente al interior del panismo michoacano y que amenaza con fragmentar su candidatura: “hoy no puedo decir si Gustavo Madero (dirigente nacional del PAN), Marko Cortés (referente del panismo michoacano) y (el senador) Salvador Vega nos van a apoyar o no”.

El panismo enfrenta en estos momentos una de las peores crisis internas, que no sólo significa el punto de quiebre del grupo calderonista con la dirigencia nacional, sino que reventaría la candidatura de Luisa María y se esfumaría la posibilidad de ganar la gubernatura en Michoacán por vez primera para ese partido.

La guerra civil panista ostenta todos los elementos de las tradicionales purgas de los partidos más radicales, como lo fue el nazismo en la Alemania previo a la segunda guerra mundial, o de las purgas estalinistas.

En estos momentos, la corriente calderonista —es decir los que aún se mantienen fieles al expresidente tras las deserciones y traiciones de los que se decían sus incondicionales— sufre una especie de depuración y limpieza política, en donde el maderismo ya se dispuso a erosionar todo atisbo de control o de fuerza del calderonismo al interior del PAN.

Por ello, se antoja casi imposible el triunfo de Luisa María en Michoacán (es lo último que desea Madero, que ya se sueña como el candidato presidencial de su partido en el 2018), y también es prácticamente insostenible la candidatura de Margarita Zavala en la aspiración a la dirigencia nacional.

Lo más probable es que tras las elecciones de junio próximo, si Luisa María Calderón sale derrotada, el calderonismo en pleno abandonará las filas de un partido que los vio nacer, criarse, crecer y ser dominado por una de las familias fundadoras del partido que intentó ponerle dique a la política nacionalista del General Lázaro Cárdenas.

Marko Cortés y en menor grado Vega Casillas controlan a la militancia y la estructura michoacana del PAN, y ellos acordaron torpedear a Alfonso Martínez, así implicara el sacrificio de Ignacio Alvarado Laris en sus aspiraciones al ayuntamiento moreliano.

Karl Von Vereiter, el escritor alemán que intentó resumir y narrar la matanza que ordenó Hitler a través de la Operación Colibrí para emprender purgas en su partido entre el 30 de junio y el 2 de julio de 1934, destaca cómo Hitler justificó sus decisiones: “Solo se aplastan motines de acuerdo con leyes de hierro”. Esa fue la explicación que le dio al Reichstag tras la matanza de adversarios de su propio partido y del campo de la derecha.

¿Madero habrá captado el mensaje?, ¿acaso recordará lo que pasó a su tío abuelo en la Decena Trágica?, al tiempo lo veremos.

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