STAFF/ Eliza Flores @eliz_ffp
El mercado moreliano es fructífero para muchos emprendedores, pero los más chavos y con poca inversión refieren que la situación «esta complicada», ya que la pandemia no ha permitido tener espacios suficientes para vender sus productos.
La continúa oleada de la pandemia por COVID-19 ha orillado a los jóvenes a refugiar sus ventas en las redes sociales, principalmente Instagram, Facebook y TikTok, extrañan los «bazares» en donde pueden ofrecer los productos. Los bazares con la llegada del semáforo rojo a morelia se vieron suspendidos de forma indefinida.
Erandi Ubaldo Estrada es una joven que tiene un negocio de cosmética natural “cero basura”, ella es bióloga, por lo que está interesada en ofrecer productos que no degraden el medio ambiente, como ella hay varios otros emprendedores que trabajan en ese giro, por lo que la competencia es uno de los principales retos a vencer, cuando empezó su negocio invirtió más de 4 mil pesos, la pandemia ha frenado sus ventas.
«Ha sido complicado y es complejo, pero la clave está en la persistencia, hay mucha competencia, te digo la clave está en no decaer. Han disminuido los eventos en los que podemos vender, en eso nos ha afectado la pandemia», contó Erandi. Su proyecto se puede conocer a través de la cuenta de @rame_naturmx, en Instagram y Facebook.
Hoy en una universidad privada ubicada sobre Avenida Madero Oriente se llevaron a cabo una serie de capacitaciones para jóvenes que decidieron empezar un negocio, ahí Erandi y otros jóvenes pudieron mostrar sus productos.
“Es complicado, es complicado que la gente confíe en ti, y más en el mundo de segunda mano, hay mucha competencia”, sus principales retos como mujeres es la inseguridad de la ciudad, comentan que al ir a hacer sus entregas han sufrido acoso callejero, lo cual es de las situaciones que más les preocupa como mujeres vendedoras.
“La inseguridad al salir a hacer nuestras entregas, muchas veces, aunque las hacemos en puntos muy públicos, nos hemos visto en situaciones complicadas, en las que hay alguien siguiéndonos o ese tipo de cosas”, explicó Raquel. Su negocio puede ubicarse Instagram como @gordolobobazar.
Hace un año Mario Rincón, comenzó con un negocio de sublimación, este le ha permitido crecer en creatividad y poder hacer productos con sus propios diseños, el sueño de Mario es tener una tienda exclusiva, fue justo durante la pandemia que invirtió más de 20 mil pesos y comenzó a trabajar en su proyecto personal, hoy en día oferta sus productos en Instagram, se le puede encontrar como @samurai_study.
“Durante la pandemia mis docentes me guiaron por el camino del emprendimiento, ahorita es complicado (ser emprendedor) por lo mismo de la pandemia, en el área de sublimación hay mucha competencia, así que lo importante es hacer diferente tu negocio”, el refiere que la pandemia fue un impulso para él en el tiempo de encierro, pero que al abrirse la ciudad sus ventas bajaron.
Sorprendentemente en este espacio emprendedor también estaba una mujer muy joven de nombre Ivette Quezada, quien comenzó su negocio apenas hace una semana, su motor es poder ser su propia jefa, y así dejar su trabajo en una empresa donde se desarrolla en el área de atención a clientes.
El talento de Ivette es amplio y lo plasma en todos los productos que vende, su sueño es que un día todos los jóvenes busquen sus productos en las papelerías locales y nacionales. Ella hace libretas, agendas, calcomanías y playeras. Puedes seguirla y comprar en su cuenta de Instagram @witchy_station.
Ivette relata que hasta ahora no ha tenido complicaciones para vender por los pocos días que tiene su negocio. Pero dejó claro que ha sido muy difícil empezar el proceso del emprendimiento, sobre todo por la falta de dinero para poder invertir.
“Ahorita todo se me ha hecho complicado, no soy una persona rica, emprender requiere inversión, la gente que dice que puedes emprender sin ningún tipo de inversión, miente. Lo más difícil es estar dispuesto a sacrificar algunas comodidades para que puedas invertir en tu emprendimiento”, contó Ivette.
La joven emprendedora sabe que mucha gente puede preferir comprar otro tipo de productos que los suyos, por lo que sabe que es todo un reto, pero no pierde la esperanza de que su negocio despegue y pronto invertirá en publicidad. Mencionó además que «la pandemia le dio ese empujoncito que le faltaba para poder emprender».
