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Gran molestía y decepción prevalece en los rostros de cientos de comerciantes morelianos instalados en el campamento principal para peregrinos que luce semívacio y que esta noche han comenzado a retirarse en vísperas de la visita del Papa Francisco, cuando precisamente se supone, deberían estar vendiendo a todo lo que da, cómo se los habian prometido las autoridades.
«Se nos quedaron los alimentos, todo lo que invertimos lo vamos a perder porque la gente no vino» expresó la señora Marisela González con un dejo de decepción, responsabilizando a las autoridades de la falta de organización.
«Esto deberia estar lleno de gente, nos dijeron que iba a ver muchas personas acampando pero al final nadie vino» repuso doña Celia López, vendedora de fritangas quien refiere que se instaló desde el sábado pasado con la promesa gubernamental de que desde ese día arribarian al campamento ubicado en las canchas de Policía y Tránsito los cerca de 600 autobúses que se esperaba llenaran el estacionamiento del lugar que a estas horas alberga unos 50 en total.
De las 180 mil campistas ni hablar, sólo se aprecian na docena de tiendas de campaña extendidas en las canchas de fútbol de tierra y escaso pasto mientras un sonido con pantalla gigante trata de amenizar la fría noche al surponiente de la capital michoacana.
