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Desde hace 20 años, Isayda Amahirany Carrillo Guido, convive con algo que ella no le gusta llamar una enfermedad, sino una condición de vida distinta a la de los demás: Diabetes Mellitus Tipo 1, o mejor conocida como diabetes infantil.
A una tierna edad, la joven de 25 años, ya tomaba con gran madurez la enfermedad, aunque tuviese que seguir una dieta muy estricta, que no le permite probar los dulces u otros alimentos muy sabrosos pero riesgosos para su salud, ella se mantuvo feliz desarrollando una infancia y adolescencia diferente, pero siempre motivada a seguir adelante.
Sin embargo, hace 8 meses su vida dio un giro inesperado, pues se le diagnóstico insuficiencia renal, derivada de su diabetes; a su vez la insuficiencia de sus riñones ha perjudicado el flujo constante de sangre en su cuerpo que ha conllevado a que la circulación del líquido vital en sus ojos se interrumpa, quitándole progresivamente la vista, hasta llegar al punto de ceguedad total.
Para sobrellevar la complicada condición de salud en la que ahora se encuentra tiene que someterse frecuentemente a un proceso llamado “hemodiálisis” que consiste en la centrifugación de su sangre, que sale contaminada de su cuerpo para pasar por una máquina que la limpia y la vuelve a introducir a su sistema.
El proceso es sumamente doloroso y tedioso, con tres sesiones semanales de tres horas cada una comenzando a las 10:00 pm para salir de madrugada, Isayda describe con lágrimas escurriendo por su mejilla que este procedimiento le causa dolor en los huesos, mareos y nauseas, sensación de debilidad y dolores menstruales que nunca acaban.
Pero no es solo el dolor lo que ella lamenta sino también el difícil ritmo de vida que lleva ahora: “No puedo evitar que no se me quiebre la voz sobre todo por el tipo de persona que era (…), era totalmente activa, trabajaba mucho me gustaba viajar, como cualquier adolescente salir de fiesta (…) y ahora el tener que depender de otra persona es una cuestión muy difícil”.
Para recuperar la vitalidad de su cuerpo, y dejar las sesiones de hemodiálisis, Isayda necesita hacerse un trasplante de riñón, que lamentablemente no es posible en el seguro social pues los procedimientos se han visto retrasados por la pandemia, por lo que, en compañía de familia y amigos, la joven moreliana inicio la campaña virtual #UnRiñonParaIsa que busca recolectar la cantidad de $600,000 MX para poder realizarse la operación de forma particular.
Aunque se trata de una situación límite ella no pierde la fe y agradece todo el apoyo que se le pueda dar, ya sea donando a través de las cuentas bancarias, que se pueden encontrar en su Facebook personal “Isayda Guido”, o a través de palabras de aliento: “Cada día lucho (…) estoy en una constante guerra, pero a lo mejor sus mensajes, sus buenas vibras, su apoyo, sus muestras de cariño, me fortalecen de una manera muy padre”.
