César Hernández /@CesarHdzNoti
El municipio de Aguililla representa actualmente el mayor foco rojo de violencia en la entidad, informó este medio día el Secretario de Seguridad Pública de Michoacán (SSP), Israel Patrón Reyes.
Este lunes varios medios de comunicación realizamos un recorrido en esta región de Tierra Caliente, para dar cuenta de la situación que enfrenta la población.
Durante el recorrido que inició en la ciudad de Morelia, viajamos sin ningún tipo de escolta de seguridad, al llegar a Cuatro Caminos, se hizo evidente el operativo de la autoridad estatal.
Varios elementos de Policía Michoacán fueron dispersados en puntos estratégicos del camino, fue hasta llegar a Cenobio Moreno, la Comunidad Modelo de Apatzingán cuando fuimos escoltados por las fuerzas estatales.
Otro fuerte destacamento de uniformados, acompañados de la Policía Estatal de Caminos, se localizó en Pinzándaro y Catalinas, comunidades pertenecientes al municipio de Buena Vista Tomatlán.
Al pasar el Puente de Fierro que cruza el río Tepalcatepec, poco a poco fue cambiando el panorama, desde la vegetación que se tornó ruda y seca, hasta la sensación en una carretera solitaria.
Al dejar atrás el paisaje verde de las huertas de limón y entrar a un terreno desolado, nos encontramos con el primer corte carretero, una zanja de 90 centímetros de profundidad y medio metro de ancho.
Fueron los integrantes de uno de los grupos delincuenciales que imperan en la región los que realizaron el corte en la cinta asfáltica para impedir el paso de los vehículos.
La zanja en la carretera fue tapada con tierra para permitir el libre tránsito, lo mismo pasó con al menos siete cortes del trayecto, según explicó el titular de la SSP.
Kilómetros antes de llegar a la comunidad del Aguaje, a la orilla de la carretera se encontraba incinerado un vehículo con blindaje artesanal, de los denominados “monstruos”.
La escena era similar a la de una zona de guerra, al interior del automotor, aún se encontraban casquillos percutidos de diversos calibres, entre las cenizas.
Metros adelante estaban dos camiones particulares, también quemados, se presume que fueron utilizados para bloquear la carretera durante los enfrentamientos.
En este lugar se observaron piezas carbonizadas de autopartes, además de metales fundidos por las altas temperaturas, en algunos lugares también se dio cuenta de rastros de sangre.
Al llegar al Aguaje, fue como entrar a un pueblo fantasma, la mayoría de los comercios cerrados, los postes de alumbrado público con varios impactos de bala, al igual que muchas fachadas y señaléticas.
Pocas personas en vía pública, algunas motocicletas transitando en las calles, y la mayoría de los automóviles se encontraban estacionados con un evidente exceso de polvo en la superficie.
Al dejar el Aguaje, nos enfilamos a la serie de curvas que parecía interminable, hasta llegar a unos puestos de control en la recta que llegaba a la entrada de la cabecera municipal, Aguililla.
Al realizar un recorrido por el pueblo, todas las miradas se dirigían a las camionetas tipo van, en las que viajábamos, de inmediato se dieron cuenta que no pertenecíamos al lugar.
En todo momento nos siguieron hombres en vehículos particulares, además de varios motociclistas que nos hacían una marca personal.
En ese momento no contábamos con la escolta de los elementos de la Policía Michoacán, por lo que decidimos no parar a comprar bebidas y algunas chucherías.
La vista de las personas seguía sobre nosotros, entramos a un mini súper, donde nos atendieron sin problema, al salir del lugar nos refugiamos en una sombra ya que comenzaba a subir la temperatura ambiental.
De pronto vimos a un joven, quien comenzó a grabarnos con su teléfono celular, sin mediar palabra, documentó nuestros rostros y partió, de inmediato decidimos hacer lo mismo.
Regresamos a la entrada del pueblo en donde se ubica una gasolinera, custodiada por un fuerte dispositivo de seguridad a la espera del Secretario de Seguridad Pública de Michoacán.
De esta forma fue el recorrido en esta zona de la entidad, donde es evidente la guerra de los grupos criminales, la marginación de las personas y el amor a su tierra para evitar un éxodo como en otros lugares.
