STAFF/@michangoonga
Este 8 de marzo se conmemora el día internacional de las mujeres, por lo que se han llevado a cabo varios movimientos feministas, entre los que se encuentra un mitin en la fuente de las Tarascas.
En dicho mitin se leyó un posicionamiento, el cual agregamos:
Contexto covid-19
A un año de la llegada de la covid-19 a México y del inicio de las medidas de confinamiento, es evidente el impacto que la pandemia ha tenido sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas. Hoy no hay duda de aquello que han hecho y, sobre todo, no han hecho los gobiernos para garantizar y proteger nuestros derechos.
Al inicio de la pandemia, en América Latina los índices de violencia intrafamiliar aumentaron a más del doble, en comparación con el año anterior. Los refugios de mujeres se encontraban llenos, incrementaron los despidos, las bajas salariales y los descansos temporales sin goce de sueldo. Los efectos fueron inmediatos en nuestra salud, educación y seguridad alimentaria.
En esta situación de crisis, la pandemia está afectando de manera diferenciada a mujeres y hombres. Para 2020, la pérdida salarial para las mujeres fue del 8% frente al 5% para los hombres, debido a la reducción en las horas de trabajo, que para nosotras representó una caída del 7% frente al 5% de sus pares masculinos. Nuestra participación en el mercado laboral se redujo aún más debido a la visión patriarcal de que nuestro trabajo es menos valioso, nosotras hemos sido las últimas en ser recontratadas.
Paro Internacional de Mujeres
En el contexto de pandemia como en el que nos encontramos, la crisis económica, social y política, denunciada con anterioridad por el movimiento feminista internacional, se ha agudizado. Por ello, la Asamblea de Mujeres Michoacanas nos sumamos al Paro Internacional de Mujeres este 8 de marzo.
El Paro Internacional de Mujeres fue convocado originalmente en 2016 por mujeres polacas, como una herramienta de lucha que permite agruparnos y reivindicar nuestras demandas. La Huelga de Mujeres permite, entre otras cosas, visibilizar el trabajo remunerado, no remunerado y de los cuidados que hacemos las mujeres, así como las condiciones en que realizamos estas actividades y su contribución en la economía global.
Este Paro Internacional de Mujeres denuncia:
- Al sistema patriarcal y capitalista como un sistema de destrucción y muerte que precariza nuestras vidas.
- La brecha salarial del 27%, es decir, las mujeres cobramos por el mismo trabajo remunerado menos que los hombres.
- La violencia machista que vivimos en nuestros centros laborales.
- El arrebato de nuestros derechos laborales.
- Las invisibilización de las tareas enmarcadas en la economía de los cuidados, imprescindibles para la reproducción social y que suman en promedio tres horas más a nuestras jornadas laborales remuneradas.
- Las violencias machistas y la ausencia de medidas eficaces para su atención, que al día nos arrebata a por lo menos 11 mujeres en México y que se reproduce en las instituciones que nos niegan justicia, el respeto a los derechos humanos, la interculturalidad y la perspectiva de género.
- La violación de nuestro derecho a abortar de manera legal, segura y gratuita, que nos obliga a niñas y mujeres a continuar con embarazos no deseados.
- La falta de un sistema nacional de cuidados que visibilice su importancia y los convierta en una responsabilidad compartida.
- La invisibilización de nuestro trabajo, que en tiempos de pandemia ha sido puesta en evidencia a través de las redes, apoyos y estrategias que las mujeres hemos construído para seguir defendiendo nuestras vidas.
- La criminalización de la protesta y la detención ilegal de compañeras.
En este sentido, hacemos un llamado a todas las mujeres: las asalariadas, las estudiantes, las autogestivas, las cuentapropistas, las sindicalistas, las que trabajan en la informalidad, las que dedican su jornada al trabajo de cuidados y las que nos demuestran que otra forma de economía es posible… ¡AL PARO LABORAL! porque ¡todas somos trabajadoras!
Nuestra plataforma de lucha
Las integrantes de la Asamblea de Mujeres Michoacán, mujeres independientes y colectivas, luchamos y exigimos:
- Trabajo digno:
- Todos los derechos laborales que hemos alcanzado y la eliminación de la brecha salarial.
- El reconocimiento y la retribución del trabajo no remunerado del hogar y de cuidados de niñas, niños, adolescentes y personas mayores, enfermas o discapacitadas.
- Fin a la subcontratación y los contratos a prueba, respeto a nuestro derecho a la sindicalización y la erradicación de la violencia al interior de los sindicatos.
- El respeto a los derechos laborales y a la seguridad social de las trabajadoras del hogar.
- Derecho al mínimo vital a partir de la implementación de programas de transferencias económicas por desempleo o cese de salario a causa de crisis, como la actual.
- Acceso a guarderías para las infancias, así como permisos y espacios destinados a lactancia.
¡Las trabajadoras movemos al mundo!
- También luchamos contra las violencias de género y exigimos:
- Alto a la violencia, acoso y hostigamiento hacia las mujeres trabajadoras e hijas de familias trabajadoras, las maestras, las empleadas domésticas, las estudiantes, las enfermeras, las jornaleras, las amas de casa, las costureras, las migrantes, las indígenas, las campesinas y trabajadoras fabriles, que se da en el hogar, los espacios públicos, el trabajo, la escuela y las calles.
- La creación y seguimiento a protocolos de prevención, atención y sanción de las violencias en centros de estudio y de trabajo.
- Justicia para todas las víctimas de violencia, desaparición y feminicidios, así como la presentación con vida de las desaparecidas.
Por una vida libre de violencia: ¡ni una muerta más!
- En cuanto a nuestra salud, luchamos y exigimos:
- Que el aborto sea legal, seguro, libre y gratuito.
- Revisión y la discusión, con base en información científica y laica, de las iniciativas que se encuentran en las distintas comisiones al interior del Congreso michoacano en material de aborto e interrupción legal del embarazo.
- La garantía de la NOM-046.
- Libertad para las presas por abortar y acompañar, y que no pudieron acceder a un proceso en el marco de los derechos humanos y con perspectiva de género.
- Institiuciones públicas que atiendan con dignidad a las víctimas de violencia y violación sexual.
¡Educación sexual para descubrir, anticonceptivos para disfrutar y aborto legal para decidir!
¡La maternidad será deseada o no será!
- Luchamos por nuestros derechos digitales, aún más cuando el confinamiento por la pandemia incrementó en un 200% el uso de las redes sociales y las plataformas virtuales, y con ello la violencia de género a través de las tecnologías. Es por esto que exigimos:
- Una política de educación sexual y digital para que niñas y adolescentes no se expongan al riesgo de compartir datos personales e imágenes.
- Transparencia en los contenidos digitales censurados, ya que sabemos que en el 95.6% de las solicitudes de remoción de contenidos incluyen denuncian violencias sexuales y acoso
- Regulación rigurosa al consumo de programas de espionaje cibernético y vigilancia digital, que ponen en riesgo nuestra privacidad
- Condenamos la aprobación de reformas que establecen mecanismos de censura en Internet y criminalizan la elusión de candados digitales.
¡Exigimos que el internet sea un espacio en el que se difundan las ideas libremente!
- En un estado con altas tasas de emigración y en un país que recibe a millones de migrantes cada año, alzamos la voz por las mujeres migrantes y exigimos el respeto a sus derechos y a los de sus hijas e hijos. Las migrantes somos mujeres que nos encontramos en una situación precaria, en condiciones de explotación, opresión y xenofobia agravadas por la pandemia, que nos violenta y limita nuestras posibilidades de acceder a empleos y vivir dignamente.
- Exigimos acceso a instalaciones seguras, centros de atención a la salud, salarios justos y prestaciones de ley sin importar la condición migratoria, e instituciones que brinden información legal gratuita a las migrantes.
¡Ningún ser humano es ilegal!
En Michoacán, la defensa del territorio está vinculada con luchas donde las mujeres hemos participado activamente. Nosotras generamos propuestas de organización comunitaria y rural e impulsamos las prácticas de vida que nutren nuestra identidad y preservan nuestra memoria. Es por ello que decimos que:
- Necesitamos una reescritura de las narrativas sobre defensa del territorio que toma en cuenta que cualquier espacio de resistencia o transformación social atraviesa el cuerpo.
- Señalamos que ni la tierra ni las mujeres somos territorio de conquista: No se nos puede explotar, ni apropiar, ni vender, posesionar, repartir o disputar.
- Es necesario poner en el centro el cuidado, que nos ponga en un lugar de relevancia en la toma de decisiones sobre el sostenimiento de la vida.
Finalmente, las mujeres que nos organizamos en la ASAMBLEA DE MUJERES MICHOACÁN, señalamos que cada una de nosotras es única en su contexto. Este es un llamado a la organización y a la unidad en la acción, sabemos que somos diversas e interseccionales, y que ninguna mujer representa en lo individual la vivencia de todas. Es por ello que hoy 8 de marzo de 2021 estamos aquí para gritar que:
¡Juntas somos más fuertes!
¡Organizadas somos imbatibles!
¡Nos queremos vivas, nos queremos libres, nos queremos felices!
¡Cuando nosotras paramos, el mundo se detiene!
