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Ciudadanos Emergentes… Las Mentiras del Presidente AMLO

Si usted creía que Donald Trump batía récords en lanzar afirmaciones falsas o exponer hechos inexistentes, con más de 23 mil en cuatro años de gestión, se equivoca.

By: Arturo Ismael Ibarra

Lo supera su amigo y admirador, el mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien en dos años de gestión lleva más de 40 mil.

Los falsos señalamientos del mandatario azteca, van desde los que son evidentes para el mundo, como el que indica que México es un ejemplo virtuoso en el manejo de la pandemia, que su economía va en franca recuperación y que él jamás miente, hasta los domésticos que señalan que no hay violaciones a los derechos humanos, que la transparencia es total en su gestión, que la corrupción terminó y que él respeta las instituciones democráticas. AMLO es quizás el mandatario que más habla en el mundo.

Lleva más de 500 conferencias de prensa, un ejercicio diario de 106 minutos en promedio. Ante comunicadores en su mayoría afines, el mandatario responde a veces generalidades o hace divagaciones que nada tienen que ver con las preguntas.

La consultora mexicana SPIN, que lleva un recuento puntual de este ejercicio, ha documentado más de 40.000 menciones de AMLO que no tienen sustento o son francas mentiras.

Se trata de una cifra que casi duplica a las de Trump, si nos atenemos al recuento hecho por el diario The Washington Post. AMLO, que fue el único mandatario que visitó en terreno y en plena pandemia a Trump, justamente cuando el estadounidense estaba en campaña electoral, ha sido complaciente y adulador con su colega, a pesar de que este ha llamado violadores a los migrantes mexicanos, avanzó con la construcción de un muro fronterizo y amenazó con aranceles a México.

En cambio, frente al electo Joe Biden, muestra otra cara. Fue uno de los últimos en felicitarle por su triunfo, no expresó condena tajante al reciente ataque de la turba “trumpiana” al Capitolio, se lamentó de la censura de Facebook y Twitter contra su colega y, en un arranque inusitado, ofreció, sin que nadie lo pida, asilo político a Julian Assange, a quien la justicia americana reclama.

En México circulan profusamente en redes y medios de comunicación cartones y memes en los que se reproduce el rostro de AMLO con la cabellera de Trump o al revés. La comparación entre estos presidentes no solo es por su amistad sino por su similar impronta populista. Ambos acusan a los medios de perjudicarlos. Ambos minimizaron la pandemia y el uso de cubre-bocas. México y Estados Unidos, junto a Brasil, son los países que peor gestionaron la pandemia en las Américas, según lo indican múltiples análisis.

El parecido llega a niveles de preocupación, pues AMLO coquetea cada vez más con el autoritarismo y sus ataques son virulentos contra las instituciones de la democracia. México está poniendo sus barbas a remojar.

Miles de mentiras ha difundido Andrés Manuel López Obrador en dos años de gobierno, verdades no demostrables, como algunos las califican de manera elegante.

No cesará de mentir, esa es la verdadera “política pública” de la 4T: la mentira, disfrazada de verdad. De ahí que, todos aquellos que dedicamos un poco de nuestro tiempo al periodismo de opinión, tenemos la obligación cívica y moral (ya entrados con su política moralina) de desnudar sus mentiras.

Aquella frase que reza: “di una mentira cien veces y se convertirá en verdad”, es la que practica Andrés López, por eso sus diatribas en las conferencias para con los medios de comunicación independientes; el mitómano se ha dedicado toda su vida a mentir, así llegó a la Presidencia.

Ahora pende de ella su continuidad, de la mentira persistente, en el ejercicio del poder omnímodo que, hasta ahora, viene ejerciendo bajo la complacencia de sus legisladores. La mentira es la base fundamental de su política, contrasta con la realidad. Es imponderable abrir a la verdad las mentiras, desvelar las falsedades del Presidente, quien ha logrado adormecer a millones de mexicanos, la afianza con la compra de voluntades disfrazadas de “apoyo a los pobres”.

La política pública de López Obrador, sin embargo, va encaminada a empobrecer a la mayoría de los mexicanos, por eso su alegría con los resultados de la pandemia. Ante la pérdida de empleos, más pobreza, crece la población de los depauperados, la necesidad de los millones de necesitados de “becarios” aumenta y el gobierno los mantiene, les da de comer; los “becarios” resultan agradecidos por el apoyo. Cuando la verdad consiste en la irresponsabilidad de López, él genera la pobreza, desaparece fuentes de empleo, ahuyenta las inversiones.

El círculo vicioso perfecto para crear más clientela político-electoral. López presume que los necesitados votarán por los apoyos del gobierno federal en las próximas elecciones. El engaño perfecto, basado en la mentira. Por otro lado, el dinero de los ingresos públicos no será suficientes para mantener a los millones de “becarios”, los pobres irán en aumento. El Inegi lo ha reportado, pero López Obrador, tiene otros datos, así lo afirmó.

Quienes hacemos periodismo de opinión, no somos oposición de López Obrador. La misión del periodismo de opinión responsable, es brindar al lector la oportunidad de contrastar las mentiras del Presidente, con la “verdad histórica”.

La crítica incomoda al titular del Poder Ejecutivo, quien busca bufones, payasos y consentidores de sus políticas criminales que han destruido el esfuerzo de millones de mexicanos y no se ve intención en cambiar.

La realidad en torno a la adquisición de vacunas anti-Covid por parte del gobierno mexicano ya trascendió a la opinión pública. Fuera de los antígenos ‘patito’ de Rusia, a la fecha solo hay fuegos artificiales, mientras que los muertos se multiplican a niveles escandalosos en el ranking de países con más fallecidos en el mundo.

No tenemos vacunas y cuando lleguen las rusas, aún con la autorización de Cofepris, aunque la Organización Mundial de la Salud la niegue, vendrán otras series de complicaciones para los usuarios de ellas, que, sin duda, tendrán serias complicaciones para su salud.

En medio de todo este desastre, está el presidente López Obrador enfermo y sin conocer a ciencia cierta cuál es su estado real de salud, aunque no se necesita ser su médico de cabecera para vislumbrar qué tanto está convaleciente, toda vez que al ser un adulto mayor, 67 años, con hipertensión y antecedentes de infarto, amén de la una carga de estrés inusitada, pues los pronósticos son delicados.

La duda sobre de la enfermedad del presidente es producto de las innumerables mentiras que ha dicho y, por ende, su credibilidad está en entredicho. Sin embargo, hay un elemento, de todo el rompecabezas, que confirma que sí está enfermo; su ausencia de las mañaneras que son origen y destino de su peculiar forma de gobernar.

Desde el púlpito del Salón Tesorería de su nueva casa, AMLO pretende plasmar una realidad diferente a la que se enfrentan los mexicanos y que los datos duros desmienten.

Podrá prescindir de otras fórmulas para gobernar, pero de la mañanera nunca.

Por ello, es impensable que el presidente se haya ausentado voluntariamente de las mañaneras, en aras de tender, con su estado de salud, otra cortina de humo para ocultar el desabasto de la vacuna anti-Covid.

No es posible sostener esta tesis, entonces, en realidad, sí está afectado físicamente.

En esa lógica, resulta preocupante que se desconozca a ciencia cierta sobre su auténtico estado de salud. Lo que se sabe son ocurrencias y posicionamientos de la titular de Segob, Olga Sánchez, el vocero presidencial, Jesús Ramírez y el doctor López, subsecretario de Salud; contradictorios y sin sustento real.

En momentos en que el país se desbarata en añicos por la pandemia y sus efectos nefastos, se requiere un presidente fuerte y en plenitud de facultades y por ello se necesita conocer su estado real de salud.

Arturo Ismael Ibarra Dávalos. Licenciado en Derecho por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH). Catedrático de la misma. Preside la asociación civil Bien Común Michoacán, Abogado de Laborissmo, “Por la Mejora en el Ámbito del Trabajo”. Secretario General del Foro Política y Sociedad.  Maestrante de la Maestría en Ciencias, con Especialidad en Políticas Públicas del Instituto Iberoamericano de Desarrollo Empresarial (INIDEM)

Correo electrónico de contacto arturoismaelibarradavalos@hotmail.com

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