STAFF/ Eliza Flores @eliz_ffp
Es viernes y quincena, los bares y negocios no esenciales de la zona del Bulevar García de León y de la Avenida Enrique Ramírez está noche lucen sin clientes, algunos locales comenzaron a cerrar poco antes de las 7 p. m., algunos otros cinco, ocho y hasta diez minutos después aún tenían las puertas abiertas.
Los clientes son pocos, los bares que se observan con gente tienen dos o tres clientes dentro, con cervezas en las mesas, pero a los meseros se les observa acomodar sillas y mesas para proceder al cierre.
El ambiente en el Bulevar es desértico, pocas personas caminan, los negocios cerrados y las luces apagadas te hacen sentir que ya pasan de las diez de la noche, algunos otros locales trabajan a puertas cerradas con servicio «solo para llevar».
La Cervecería Jiménez uno de los lugares a donde los jóvenes y adultos les gustaba acudir los fines de semana hoy tiene las luces prendidas, pero sin nadie sentado en las mesas, nadie bailando o entonando algún canción; la avenida Enrique Ramírez se ha quedado sin aquella música que la alegraba hasta entrada la madrugada.
Pero la avenida no se ha quedado sola, hay ruido y luces, los automovilistas suenan el claxon de sus automóviles queriendo apurar al automóvil de adelante, sin embargo no hay mucho asfalto por recorrer a grandes velocidades, el tráfico es pesado y para donde quiera que volteas las luces rojas nos siguen recordando que es mejor quedar en la casa.