STAFF/ Colab. Esp. Eliza Flores
A escasos metros de la vía del tren de la ciudad de Morelia, se encuentra la casa de Martha y Boni Piñón, un par de hermanos que año con año invierten todos sus ahorros para fabricar un torito de petate. La tradición la aprendieron de Rafael Piñón, su padre, que en este 2020 cumple 30 años elaborando toros de petate sin interrupción.
En una de las casas más humildes y acogedoras del Campamento Ferrocarrilero, durante más de dos meses entre alambres, escarcha, limpia pipas, silicón y pegamento amarillo; Boni y Martha se pasan gran parte del día trabajando en esta artesanía monumental.
El torito que confeccionan este año medirá más de 2.5 metros de ancho y tendrá un peso aproximado de 35 kilos. Este año decidieron no hacerlo muy grande y entregarse con más dedicación a los detalles. Este toro no estará listo para los días de carnaval, está planeado solo para bailarse los días de pascua.
Las bandas musicales que acompañan al torito por la ciudad se han encarecido mucho, suelen cobrar entre 10 y 20 mil pesos, cantidad económica con la que no cuenta la familia en este momento. Sin embargo, no quieren dejar pasar el 30 aniversario de la fabricación de toritos de petate.
Hace unos años, cuando Martha y Boni eran pequeños en compañía de primos y vecinos conformaban una banda musical, Martha sabe tocar la tambora y Boni la tarola, sin embargo, con el paso de los años la tradición ha comenzado a recaer solo en ellos dos. Durante los 30 años que la familia Piñón ha lanzado a su torito procuran que el núcleo familiar se vea beneficiado por el tiempo y las convivencias que la elaboración del toro exige. Me comentan que su abuelita Arcadia Santos hasta la fecha, es la Maringuia oficial de su danza.
La inversión en el material y trabajo en el toro no se recupera, todo lo que hace la familia es con el corazón, para entregar en su colonia un buen rato de diversión. Es sumamente importante para ellos que su tradición no se pierda, entre risas me comentan que cada año dicen: «es el último año que sacaremos toro» o «este año no haremos torito» y llegando diciembre comenzamos a planear cuál será la temática del siguiente carnaval.
Este año su toro está influenciado por tradiciones orientales, con un enorme dragón y dos carpas koi el torito tradicional se ataviará para recibir el sábado de gloria. Boni y Martha son de las pocas personas en Morelia que conservan la vestimenta chicana, un estilo de vida que pocas personas eligen en estos tiempos, procuran que todos los años su toro esté influenciado por sus gustos chicanos.
Al preguntarles sobre qué opinaban de las personas a las que no les gustan los toritos de petate, Martha me contestó que no conoce a ninguna persona que no le guste. Yo considero que es muy afortunada. Pocos segundos después comenzó a contarme que el ambiente del carnaval está rodeado de muchas envidias, de muchos chismes y problemas de egos. Muchos de los morelianos que elaboran toritos de petate «no saben perder» y eso ha ocasionado que haya conflicto entre los barrios.
Boni y Martha esperan estar listos para el sábado de gloria, poder salir a las colonias vecinas y tal vez al centro de la ciudad a bailar con su torito, un toro que se destacará por un enorme dragón de color azul y plateado.
