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Los Medios Hoy… El Narco No Abraza, abrasa

No es irracional pensar que la violencia no se combate con violencia pues esto ha funcionado en otro lugares, al menos así vendió la idea López Obrador durante su permanente campaña de hostigamiento al gobierno en turno, pero la manera en que lo decía parecía de locura...

By: Camila Cienfuegos (Chikungunya II)

Al poco tiempo de rendir protesta como presidente de México en 2006, Felipe Calderón se perfiló con el Ejército y Marina, anunció aumento de sueldos para tropa y oficiales, mejores prestaciones, y algo todavía más atractivo: les consiguió becas para sus hijos en las mejores universidades privadas del país. Recuerdo haber visto numerosos casos de sargentos a punto del retiro que decidieron quedarse más tiempo por la magnífica oportunidad de llevar a sus hijos al Tec de Monterrey, a la Ibero, a la Anáhuac… parecía que el riesgo valía la pena ¿cuándo un soldado se imaginaría llevar a sus hijos a estas universidades?

Pero el precio era muy alto: Felipe quería entrar de lleno a una guerra contra el crimen organizado que a manera de monstruo de mil cabezas, y sin saberlo, dormitaba una larga hibernación. Las primeras acciones calderonistas lo despertaron y todos los mexicanos y el mundo fuimos testigos de su verdadero alcance: bien organizados, armados hasta los dientes, con base social y arraigo y, más aún, infiltrados hasta la médula en todas las estructuras de los tres niveles de gobierno.

Quizá Calderón comprendió que había apedreado al avispero sin medir su alcance. De hecho, me atrevo a pensar que nunca midió su capacidad; se lanzó a una guerra sin inteligencia, sin información previa. Quizá le hizo caso a uno de esos asesores simplones con recomendaciones simplonas: “tú nomás les hechas al Ejército y vas a ver si no te los chingas”. Al final, los muertos por el lado de los federales alcanzó la escalofriante cifra de 357 elementos tan solo durante su sexenio (El Economista).

Ya despierto el monstruo de mil cabezas, se envalentonó y con más confianza, continuó su abierto y descarado desafío a la autoridad. El siguiente sexenio priísta no logró contenerlo y las cifras de muertos aumentó dramáticamente.

¿CAMBIO DE PARADIGMA?

No es irracional pensar que la violencia no se combate con violencia pues esto ha funcionado en otro lugares, al menos así vendió la idea López Obrador durante su permanente campaña de hostigamiento al gobierno en turno, pero la manera en que lo decía parecía de locura, como por arte de magia: “desde el primer día de mi gobierno, no al mes, desde el primer día, los narcos cambiarán las armas por tractores y se convertirán en gente de bien, se los juro (AMLO 2018).

AMLO creyó que con una pitorrera política de “abrazos y no balazos” se acabaría el crimen, sin darse cuenta que el crimen está arraigado como cultura en prácticamente todo el país; es un proceso generacional, lento de extirparse. Sus políticas de considerar a los peores criminales como seres humanos, de liberarlos una vez capturados, de facilitarles trámites, de regalar dinero en todos los rincones no ha funcionado para mitigar siquiera este mal que nos aqueja, y que dicho sea de paso, supera por mucho a lo sucedido en la peor época de Calderón.

Desde el primer día de su gobierno la realidad alcanzó a López que (obvio) no eliminó como por arte de magia al crimen organizado, por lo que el perjuro tuvo que ajustar los tiempos y en el mes de abril del 2019 fijó un plazo de seis meses para lograrlo… y (obvio) no sucedió, así que en noviembre del mismo 2019 pidió un segundo plazo, pero de un año para (ahora sí) acabar con el crimen organizado, lo cual se antoja (por obvias razones) abiertamente imposible, pues con lo visto la semana pasada en la Ciudad de México con el atentado al secretario de Seguridad Ciudadana, la #4T está lejos de cristalizar sus sueños con la realidad…

Y le faltan cuatro meses para que caduque nuevamente el plazo que el presidente se fijó en noviembre pasado ¿Podrá ahora sí cumplir? ¡Obvio no! El presidente no ha entendido que el narco no tiene palabra, el voraz, el narco no abraza… el narco abrasa.

¡Excelente martes para todoooooooooooooos!

 

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