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Cinemadude…Ya no estoy aquí. Saldos de la guerra contra el narco

En 2010 -en plena guerra contra en narco- la violencia se desató de golpe en Monterrey. Su pujanza económica y cercanía con la frontera norte, hacían de la ciudad norteña un punto estratégico para el consumo y tráfico de estupefacientes.

By: Héctor García

 

Título original: Ya no estoy aquí.

Director: Fernando Frías de la Parra

Se puede ver en Netflix.

 

En 2010 -en plena guerra contra en narco- la violencia se desató de golpe en Monterrey. Su pujanza económica y cercanía con la frontera norte, hacían de la ciudad norteña un punto estratégico para el consumo y tráfico de estupefacientes. Los carteles se disputaron la plaza y a partir de ese momento, la población quedó atrapada en el fuego cruzado.

Las ejecuciones y enfrentamientos se convirtieron en noticia de todos los días. Los carteles comenzaron a reclutar niños y adolescentes de las zonas más pobres de la ciudad para que les sirvieran de halcones o sicarios. Esto llevó a conflictos con las pandillas juveniles que coexistían en esos barrios.

Ulises, protagonista de Ya no estoy aquí, pertenece los Terkos, una de estas pandillas; la cual participa de la cultura urbana Kolombia, que incorpora elementos cholos y colombianos, con música de cumbia y vallenato. Habita un mundo de marginación, donde la pujanza económica regiomontana nunca llegó. Deambula por su barrio en compañía de sus amigos y disfruta yendo a fiestas a bailar.

Alrededor de 2010 el crimen organizado empieza a infiltrar el barrio de Ulises. Un pequeño comando armado a bordo de una camioneta lo levantan y amenazan de muerte, los agresores son grupo de adolescentes, casi unos niños. No mucho tiempo después, el miembro de otra pandilla acusa a nuestro protagonista de colaborar con los carteles, por lo que éste tiene que abandonar su país e ir a Estados Unidos para salvar su vida.

En Estados Unidos, Ulises sobrevive realizando pequeños trabajos de mantenimiento y construcción junto a otros migrantes. Se peculiar aspecto lo vuelve objeto de burlas. No se siente identificado con esas personas que, a pesar de compartir un origen semejante, emplean modismos distintos, visten diferente y escuchan música distinta.

Ulises es, como tantos otros, una víctimas indirecta de la guerra contra el narco y las pugnas entre los carteles. Es un desplazado, que ante el crecimiento exponencial de la violencia, tiene que dejar atrás familia, amigos y tierra; migrar a otro lugar, muchas veces hostil, donde los elementos que le dan identidad no existen.

El protagonista habita un mundo que le es ajeno. Añora su vida pasada, estar con sus amigos, ir a bailar. Se aferra a los distintivos que le dan identidad y lo vinculan con lo que dejó atrás: su corte de cabello, ropa, modismos, y la música, almacenada en un reproductor de mp3 que le dio una de sus amigas justo antes de huir de México.

La cinta ganó el premio a mejor largometraje en la última edición del Festival Internacional de Morelia. La dirección es notable, saca provecho de actores no profesionales para dotar a la historia de ultrarrealismo, y la fotografía nos regala encuadres bellísimos.

Ya no estoy aquí nos permite echar una mirada a la cultura Kolombiana, da cuenta de las secuelas de la guerra contra el narco, retrata un Monterrey que casi nunca se ve en el cine, a donde no llega la opulencia de las élites industriales norteñas, y nos describe la experiencia del migrante que se ve obligado a dejar su tierra. Una película que hay que ver sí o sí.

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