STAFF/Laura Avalos-@MLAvalos23
Hace dos años, con la idea de emprender un negocio, Esmeralda de la Cruz rentó un edificio en la Avenida Acueducto, el cual, albergaría una estética en la planta baja, mientras que en la parte contigua se utilizaría como bar.
Durante los procesos para adecuar el lugar se presentó Jaime Javier Escamilla Ramírez quien se identificó como trabajador del H. Ayuntamiento de Morelia, Escamilla Ramírez cuestionó por la licencia de funcionamiento y al negar haber realizado el trámite, se ofreció para conseguirla por menor precio que en las oficinas oficiales.
El costo de la licencia para “Snack Bar Fusión Color” ascendió a los 70 mil pesos, con el cual laboró por dos años sin tener visitas de inspectores o similares, manteniendo un funcionamiento regular hasta el pasado mes de enero.
En inicio de este año recibió a personal del gobierno municipal quienes le hicieron la observación de que su licencia parecía “rara”, por lo que la invitaron a acudir a las oficinas de esta dependencia para conocer la situación de su establecimiento.
Al visitar las instalaciones de Inspección y Vigilancia, el personal de este lugar aseguró lo temido, su local no se encontraba registrado ya que la licencia otorgada por Escamilla Ramírez era apócrifa, además de que el costo no es mayor a 70,000 cómo le aseguró hace dos años a Esmeralda de la Cruz, sino mucho menor, teniendo un precio de aproximadamente 25,000 pesos.
Esmeralda, procedió legalmente contra Escamilla Ramírez, sin embargo, éste ha hecho caso omiso de los citatorios, por lo que las dos veces que ha sido citado, no ha acudido, además de que se dice intocable por posible compadrazgo con diputados y respaldo sindical.
En entrevista para este medio la afectada aseguró que quiere dar a conocer a la opinión pública su caso para evitar que más emprendedores caigan en las manos de Escamilla Ramírez, quien por sus fotos en redes sociales da a conocer que vive lleno de lujos provenientes quizá de más licencias apócrifas.
