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Los Medios Hoy…El Informe De López

Se anunció como nunca pero informó como siempre; así es López Obrador. En el esperado informe del domingo no hubo cambios en el gabinete, no hubo renuncias, no se mencionó de medidas efectivas para enfrentar al coronavirus… no hubo nada fuera de lo que repite todos los días como merolico, o mejor dicho, como charlatán.

By: Camila Cienfuegos (Enojada… o mejor dicho, encabronada)

Lo de ayer pudo cambiar la entorpecida y timorata ruta que el gobierno federal sigue para enfrentar la pandemia, pero en lugar de eso decidió invertirle más a los reflectores del protagonista, a enaltecer nuevamente su triste figura. Lo de ayer pudo cambiar la historia pero fue pan con lo mismo, o mejor dicho, MORENA con lo mismo.

López Obrador, hubiese querido tiempos de bonanza, y como soñaba López Portillo, administrar la abundancia, con una economía pujante, con los yacimientos mexicanos rebosantes de petróleo, con el crudo a 100 dólares por barril, con la moneda gringa a 10 pesos (y bajando), con los índices de criminalidad al mínimo, con la tasa de desempleo más baja de la historia, con turistas extranjeros yendo y viniendo por carretadas y por avionadas. Pero no, la gente votó por él precisamente porque no había nada de eso, o mejor dicho, por hartazgo.

Es así que el gobierno de AMLO se torna poco a poco decepcionante, hasta para el tigrillo, y es que no hay nada más democrático, homogéneo y parejo que una pandemia: nos jode a todos por igual, sin distinguir raza, religión, nivel educativo o económico. Con ella sufre el rico y el pobre, el campesino y el empresario, el profesionista y el obrero, el chairo y el fifí, el liberal y el conservador. Nos agarra a todos por igual… o mejor dicho, nos encuera parejo.

La epidemia saca a relucir lo mejor y lo peor de los países que la sufren, en nuestro caso, saca a relucir lo mejor con la gente solidaria, la que manda desde mensajes de aliento en las redes sociales, hasta los que están dispuestos a tender la mano con cubre-bocas y despensas. Es este el pueblo bueno mexicano, no el otro “puevlo vueno y zavio” que legitima en muchedumbre los caprichos y desatinos de Obrador… o mejor dicho, las locuras y corrupción de Obrador.

En el nuestro, en el caso mexicano, la pandemia también saca a relucir lo mejor y lo peor del gobierno… o mejor dicho, lo peor, porque de bueno tiene muy poco. Y es que para quien entiende el mundo, sus tendencias, sus vaivenes, era advertible que en los umbrales de la pandemia se debieron tomar cartas en el asunto, desde el resguardo de la población, hasta el plan B en las medidas económicas porque el desastre venidero se antoja catastrófico, pero no, el nuestro, el gobierno mexicano andaba en pleito casado con un movimiento feminista y una miserable y ridícula rifa de un avión presidencial, cuyos ganadores no tendrán… o mejor dicho, ni siquiera verán de lejos.

Por ahora, no podemos evitar la pandemia, pero sí la manera en que habremos de enfrentarla, y créanme, los haremos por nuestra cuenta… o mejor dicho, como buenos mexicanos.

¡Excelente lunes para todoooooooooooooos!

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