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CinemaDude…Bad Boys for Life

La tercera entrega de la saga protagonizada por Will Smith y Martin Lawrence se estrenó el fin de semana pasado. Se trata de una buddy cop movie, una comedia de acción al estilo de Arma Mortal o Rush Hour.

By: Héctor García

Directores: Adil El Arbi y Bilall Fallah

La tercera entrega de la saga protagonizada por Will Smith y Martin Lawrence se estrenó el fin de semana pasado. Se trata de una buddy cop movie, una comedia de acción al estilo de Arma Mortal o Rush Hour. En esta ocasión, esta pareja de policías se enfrenta a un cartel de narcos mexicanos.

Han pasado veinticinco desde la primera y diecisiete de la segunda, pero no esperen ver helicópteros al atardecer porque esta no la dirigió Michael Bay, quien solo hace un cameo en el primer tercio de la película.

La secuencia inicial es similar a las de sus antecesoras: Mike (Smith) y Marcus (Lawrence) conversan a bordo de un vehículo conducido a alta velocidad por el primero de ellos. El objetivo de estos primeros minutos es mostrar que los protagonistas no han cambiado en todos estos años. Mike sigue siendo el tipo cool eternamente soltero, mientras que Marcus es el neurótico, casado y con hijos.

Y es que una constante en las películas de la saga que dirigió Bay, fue el nulo desarrollo de Mike y Marcus. Característica común de las películas de acción, donde se espera que los retos a los que se enfrentan los personajes sean exclusivamente físicos, sin que suceda algo que modifique radicalmente la esencia de los protagonistas.

En esta ocasión, la película pretende subvertir tal expectativa. Mike y Marcus, que ya no son los jóvenes que eran veintitantos años atrás, se dan cuenta que no son a prueba de balas y que pueden morir. A través de la conciencia de su propia mortalidad, nuestros protagonistas se cuestionan sobre la dirección que le han dado a sus vidas, a tal grado que Marcus se retira del servicio policial jurando a Dios que no volverá a traer violencia a este mundo.

Lo que en papel parece una buena idea, es decir, generar una situación que provoque cambios en las maneras de ser de los protagonistas, termina por arrojar resultados frustrantes; ya que al final de la historia, Mike y Marcus superan sus cuestionamientos existenciales para terminar siendo esencialmente las mismas personas que eran al principio de la película. Boys will be boys.

Vale la pena mencionar que la líder del cartel mexicano, interpretada por Kate del Castillo, tiene el apodo de “La Bruja”, una especie de narcohechicera que le rinde culto a la Santa Muerte. Este amasijo de clichés resulta ser sólo una cualidad exótica, una característica que refuerza la otredad de la villana y que acaba por ser intrascendente.

No obstante, la película balancea bien el humor, la acción y el ingrediente dramático que ahora le añadieron. La química entre los protagonistas sigue siendo buena aunque en mi opinión Martin Lawrence queda a deber y, como sucedió en la segunda película, no llega al nivel que mostró en la primera.

Con sus clichés propios del género, sus intentonas de refrescar lo planteado por las entregas anteriores y una dosis de autoparodia que se agradece mucho, Bad Boys for Life resulta efectiva y no decepciona si la comparamos con su antecesoras.

 

 

 

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