STAFF/@michangoonga
A través de redes sociales, animalistas de la ciudad de Morelia acusan la presencia de animales maltratados utilizados durante la edición LXXV del Congreso y Campeonato Nacional Charro 2019, misma que se realizó del 8 de noviembre al 1 de diciembre, en la capital michoacana.
Mediante un relato compartido en la página Morelia Animal Save, se describe cómo una persona ingresó a uno de los eventos realizados en el lienzo Charro y presenció el espectáculo, acusando maltrato y abuso sobre los animalitos:
“Entre varios sujetos te empujaron y electrocutaron para sacarte al ruedo, saliste huyendo tratando de ponerte a salvo, llegaste al centro mientras tres sujetos te perseguían junto a la mirada de otros animales que observaban compasivos”, se lee.
“Uno de los hombres lanzo una cuerda a tu cabeza, otro lanzo una segunda cuerda a tus patas y te tiraron con tanta fuerza que los huesos de tus patas se rompieron, y tu llanto se escucho por todo el lugar. Sin embargo, poco les importó, la gente se levantó de sus asientos y aplaudieron vanagloriando a tus verdugos”, comenta el relato, detallando el desarrollo del evento.
En los comentarios de redes sociales, las opiniones se dividen, pues mientras unos apoyan la denuncia reprobando este tipo de eventos con animales, otros aclaran que simplemente se trata de un evento de entretenimiento, y que si la persona que manifestó la inconformidad, no quería ver ese tipo de situaciones, mejor no asistiera.
A continuación, el relato completo íntegro:
Ingrese al lienzo charro aquí en Morelia para ser testigo y documentar la explotación animal que se lleva a cabo en ese sitio. Sabía que mis hermanos animales estaban dentro. Me acerque con náuseas y espere a que empezara todo.
Mi alma se sintió enferma, no quería estar ahí, pero tenia que hacerlo, por ellos, para visibilizarlos, para que sus historias se conozcan, porque ellos importan, existen, sienten, porque están cansados, porque ellos no quieren estar ahí, porque no son un espectáculo, porque los animales quieren vivir.
Entonces te vi. Saliste al ruedo, te empujaron, estabas asustado no entendías que pasaba, estabas confundido, tenias mucho miedo.
Nuestras miradas se encontraron, quería sacarte de ese lugar, abrazarte, decirte que todo estaría bien que por fin serias feliz , pero… nada de eso pasó. No bastaba con pedirte perdón, perdón por todo, parecía que me escuchabas, parecía que sentias que a alguien de ahí le importabas. Entonces mi corazón se rompió…
Entre varios sujetos te empujaron y electrocutaron para sacarte al ruedo, saliste huyendo tratando de ponerte a salvo, llegaste al centro mientras tres sujetos te perseguían junto a la mirada de otros animales que observaban compasivos.
Uno de los hombres lanzo una cuerda a tu cabeza, otro lanzo una segunda cuerda a tus patas y te tiraron con tanta fuerza que los huesos de tus patas se rompieron, y tu llanto se escucho por todo el lugar. Sin embargo, poco les importó, la gente se levantó de sus asientos y aplaudieron vanagloriando a tus verdugos.
Continuaron lastimándote. Tomaron otra cuerda y la colocaron alrededor de tu cuello, querían obligarte a ponerte en pie ignorando que tus extremidades ya estaban desechas, tus ojos suplicaban que se detuvieran, mas tus suplicas nadie las escuchó. Se acercaron a electrocutarte una vez mas, hasta que el cansado dolor te dejo inmóvil y así te arrastraron hasta aventarte dentro del corral.
Contemplé tu rostro que era pateado por esos monstruos y fue entonces que una parte de mi murió contigo.
Eres mi hermano y te vi sufrir, te vi llorar, gritar de dolor y miedo. Se rieron de tus lágrimas, y yo no pude protegerte, no pude hacer nada, más que pedirte perdón, perdón, perdón y evidenciar tu sufrimiento. Perdón por todo, por tu tristeza, por todo el miedo, por tus lagrimas, por todos los golpes, por tanto dolor, por todos los días que abusaron de ti y de todos los animales que pasaron lo mismo que tú.
La charrería no es un deporte, es explotación, no es orgullosamente una tradición mexicana, es vergonzosamente una tradición mexicana, donde solo los monstruos la disfrutan, donde solo los cobardes se jactan y aplauden.
Miserables desalmados que encuentran gozo en el sufrimiento de un inocente.
Son lugares nauseabundos donde anida la violencia y se prepara la entrada al infierno.
MoreliaAnimalSave
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