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No fue en un rancho ni en algún lugar alejado de provincia y de la mano de Dios, sino ocurrió en uno de los hospiatles públicos más importante de la capital del país: En el Hospital General de la Ciudad de México (CDMX) tuvieron improvisar objetos que se utilicen para sustituir a los certificados, para poder brindar los servicios necesarios y salvar vidas.
Mediante redes sociales emergieron las denuncias de la utilización de vasos de unicel en vez de mascarillas para poder administrar el oxigeno y así tratar a los pacientes que requieren soporte respiratorio, entubados o con coma inducido, con cosas hechizas.
Una vez que se detonó el escándalo, las autoridades del hospital informaron que el problema se derivó de que no hicieron las compras necesarias de dichos insumos en tiempo y forma para la correcta utilización. 
Pero dicho desabasto no solo incluía las mascarillas, pues también se reportó escasez de vendajes, inyecciones y sondas, todos insumos utilizados decenas de veces en el transcurso del día.
Por su parte el diario Milenio informó en una publicación que para esta semana ya no utiliza los vasos de unicel y ahora ya cuenta con mascarillas, no obstante en algunos casos se vio a pacientes con mangueras amarradas con cintas adhesivas y de un color ajeno al utilizado cotidianamente en dicho centro medico.
