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La Cuarta Revolución… El fraude a la Constitución en la CNDH

La elección de la nueva ombudswoman, quien tiene la responsabilidad de ser la defensora de los derechos humanos que son violados por el Estado, ha sido una de las peores escenas que hemos visto en la Cuarta Transformación. Una auténtica violación a la legalidad y un golpe de legitimidad a una de las instituciones más importantes del país.

By: Manuel Ochoa

 

El artículo 102 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos es muy claro, este indica que “el Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos será elegido por el voto de las dos terceras partes de los miembros presentes de la Cámara de Senadores” en la votación donde se eligió a Rosario Piedra Ibarra había 116 Senadores presentes y solamente fueron tomados el voto de 114 para hacer el cálculo de las dos terceras partes, si se hubiera realizado el cálculo conforme marca dicho artículo constitucional, Rosario Piedra no habría logrado el voto de las dos terceras partes, y la terna se había tenido que rechazar y crear una nueva.

Así, rompiendo la ley, en medio de aplausos y sonrisas cínicas del coordinador y vicecoordinadores de MORENA, entre los que se incluye un pre-candidato a la gubernatura de Michoacán, Cristobal Arias Solis, fue llevada a cabo la toma de protesta de Rosario Piedra Ibarra como nueva Presidenta Comisionada de la CNDH.

 

 

Sin embargo, el proceso de elección no fue lo único que se violó en la ley durante esta designación, como bien documentó el periodista Ricardo Raphael, Rosario Piedra Ibarra era inelegible al ser actualmente parte del Consejo Nacional de MORENA, organismo máximo de dirección de dicha partido político, ya que el artículo 9° de la Ley de la Comisión Nacional de Derechos Humanos indica que el Presidente de la CNDH no deberá “desempeñar ni haber desempeñado cargo de dirección nacional o estatal, en algún partido político en el año anterior a su designación”.

 Con este atropello a la legalidad, tomó protesta Rosario Piedra Ibarra como nueva Presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, a la que no se le discute su activismo y el de su mamá, al contrario, la ilegalidad del proceso no solamente rompe con la legitimidad de la inistitución misma, también debilita la legitimidad del trabajo que los Ibarra Piedra venían creando durante años.

Esta elección va en contra de la congruencia del propio Presidente, quien un dia dice que “nadie ni nada por encima de la Ley”, y al siguiente celebra la designación de Rosario Ibarra Piedra, la cual es evidente que se dio por encima de la Ley sin respeto a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Tal parece que los papeles han cambiado, quienes alguna vez reclamaban fraude, ahora lo cometen, quienes criticaban la cercanía de los titulares de organismos autónomos con el Presidente, ahora promueven hasta excandidatos de su partido, tal parece que en México nos enfrentamos nuevamente al “todo cambia para que nada cambie”, y eso sería muy lamentable e incluso peligroso para el futuro de nuestro país.

Solamente con un fuerte mensaje electoral en las elecciones intermedias, es que los mexicanos podremos advertir al partido en el poder, que no deseamos más de lo mismo, que el mensaje que se dio en el 2018 fue el deseo esperanzador de una auténtica transformación, no el de una transformación basada en la ilegalidad y en el atropello de nuestra Constitución.

POR TRATARSE DE UN ESPACIO EDITORIAL CHANGOONGA.COM NO SE HACE RESPONSABLE DEL CONTENIDO DE ESTA COLUMNA QUE SOLO REFLEJA EL PUNTO DE VISTA PERSONAL DEL QUE FIRMA

 

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