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Los medios hoy… lamento boliviano (¿o júbilo?)

Golpe de Estado o no, lo ocurrido el fin de semana en #Bolivia con la renuncia de Evo Morales a la presidencia, es el punto culminante de una serie de sucesos nefastos que se venían acumulando tiempo atrás.

By: Camila Cienfuegos (Aymara)

A punto estaba Evo Morales de cumplir 14 años en el poder cuando la desgracia tocó a su puerta: el ejército de su país decidió no apoyarlo para su siguiente mandato, antes, le recomendó renunciar: “Sugerimos al presidente de Estado que renuncie a su mandato, permitiendo la pacificación y el mantenimiento de la estabilidad por el bien de nuestra Bolivia”, dijo Willimas Kaliman, comandante castrense ante una sombrada prensa nacional y mundial.

Y fueron estas palabras las que el sector izquierdista y pseudoizquierdista empleó para denunciar que lo ocurrido en Bolivia era un golpe de Estado ¿y es así?

Según el Diccionario de Ciencia Política, el G.E es un “acto de violencia contra las normas constitucionales de un Estado, generalmente ejecutado con la intención de sustituir su régimen o su gobierno, usando la fuerza militar o amenazando con ésta”.

Dice el diccionario “USANDO LA FUERZA MILITAR O AMENAZANDO CON ÉSTA”. Y realmente nunca encontré en el discurso de Kaliman la amenaza del uso de la fuerza militar y mucho menos su uso contra el presidente que, en cambio, sí estaba dispuesto a usarla contra los manifestantes opositores a su reelección.

El diccionario añade que “En contraste con la revolución, el golpe de Estado se lleva a cabo desde arriba, generalmente sin apoyo directo de la masa de la población”, y habría que ver las calles de La Paz y ciudades importantes, donde las masas se volcaron para aplaudir la decisión de las fuerzas armadas y del ahora expresidente Morales que decidió acatar la recomendación.

Es por esto que hablar de golpe de Estado en Bolivia resulta debatible y polémico. Desde un punto de vista muy personal, yo no creo que haya habido tal, acaso un presidente sin el respaldo de las fuerzas armadas, presionado por su pueblo y la comunidad internacional que cuestionaban el pestilente aroma fraudulento del reciente proceso electoral, así como la prolongada permanencia en el poder de Morales mediante artilugios políticos y legales poco convincentes.

A Evo Morales le pasó lo que a sus similares socialistas: llegan con las mejores intenciones (irónicamente algunos mediante golpes de Estado), forjan un proyecto y luego les da por permanecer en el poder porque piensan que es lo correcto, ya que cualquier sucesor echaría abajo sus propósitos.

 

¿ÁNGELA MERKEL DICTADORA?

El mandato de Morales comenzó en 2006, un año después que su homóloga Angela Merkel, y aunque nunca falta un revolucionario de las redes que quiere agregar interpretaciones hasta raciales para cuestionar la permanencia en el poder de la alemana, se les olvida que las reglas electorales del país europeo son distintas al boliviano, se les olvida también que en Bolivia, el propio Evo convocó en 2016 a un referéndum para permitir la reelección y lo perdió; aun así obligó a su Tribunal Constitucional y al Tribunal Electoral a permitirle la reelección (que eso sí se podría interpretar como un auto-golpe de Estado).

Por ahora, socialistas e izquierdistas celebran la sensata decisión de Morales para “evitar derramamiento de sangre” pero ¿tenía el aprendiz de dictador otra opción?

¿No es el papel del comandante militar advertir a su jefe los riesgos que generaría su permanencia al frente del Ejecutivo?

¿No sería entonces Kaliman quien se mostró cauto y se arriesgó a solicitar la renuncia de su jefe para no derramar sangre?

¿No se supone que Evo Morales tenía tanta popularidad como para contrarrestar a los golpistas?

¿Entonces qué pasó?

Bolivia nos deja algunas lecciones:

  1. Ningún presidente tiene popularidad eterna.
  2. El Ejército puede ser un elemento “bisagra”: tiene la obligación de defender las instituciones pero el pueblo es el pueblo, por lo que su acción o inacción es determinante para la permanencia o salida de un mal gobierno.
  3. La alternancia es sana.
  4. La reelección a modo es insana y;
  5. La opinión pública un día te respalda… y al otro día te manda a la fregada.

 

LULA

El expresidente de Brasil, Lula Da Silva salió recientemente de prisión pero esa, ya será otra historia.

 

¡Excelente lunes para todooooooooos!

 

 

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