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Mientras el gobernador Silvano Aureoles enfrentaba este mediodía algunos reclamos airados de “¡justicia!” de parte de familiares y amigos de 8 de los 13 agentes de la Policía Michoacán al tiempo que como siempre, prometía “cero impunidad” y “total apoyo” a los dolientes, en otra realidad alterna, cinco de los oficiales caídos en el cumplimiento del deber están siendo velados sin las pompas fúnebres de la administración silvanista, en un acto de discordia por los maltratos recibidos de parte del gobierno estatal antes, durante y después del terrible ataque registrado la mañana de ayer en el municipio de Aguililla. 
A este medio de comunicación llegaron imágenes y testimonios de compañeros que están velando a los difuntos por su propia cuenta, con sus propios recursos, con ataúdes sostenidos en ladrillos y sillas de plástico, entre paredes humildes de tabique y hormigón.
“Silvano da unas banderitas a los que sí quisieron acudir al evento (homenaje luctuoso), -pero- los otros compañeros caídos están siendo velados muy humildemente… porque ahí no aparece Silvano y apoya a las familias…?”, relataron y cuestionaron, al tiempo que compartieron imágenes del velorio de Maurilio Díaz Guillén, uno de los policías emboscados y cuyo funeral se realiza en estos momentos en el rancho de La Escalera en el municipio de Charo.
“La hermana del fallecido está pidiendo dinero para los gastos funerarios” relataron los testigos al tiempo que aseguraron “no hay ningún apoyo del gobierno”. 
Otra de las imágenes corresponde al funeral de otro de los oficiales caídos en Irimbo, cuyo ataúd es sostenido entre tabicones de hormigón. También en Zitácuaro y Santa Clara del Cobre se están velando por separado a más agentes caídos cuyas familias optaron por rechazar el homenaje gubernamental ofrecido por Silvano Aureoles.
