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La colaboración de las comunidades aledañas a los hábitats del jaguar será esencial para alcanzar el éxito en la empresa de conservar a estos ejemplares, amenazados por la fragmentación de sus lugares de asentamiento
El Gobierno de Michoacán, a través de la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet), desarrolla un proyecto para la preservación y la protección del jaguar y otros felinos que se encuentran asentados en la entidad y el occidente de México.
El programa, denominado Conservación y Monitoreo Comunitario de Felinos Silvestres en el Corredor Biocultural del Centro Occidente de México, tiene por objetivo determinar los espacios que son ocupados por las poblaciones de jaguares como sitios permanentes y aquellos que son utilizados para el tránsito de los ejemplares.
Esto, con la finalidad de prevenir la caza de los jaguares, facilitar el intercambio de los individuos, conservar sus hábitats naturales, concientizar a las personas sobre la importancia de esta especie y generar empleos temporales en acciones de manejo y seguimiento.
Los registros indican que el jaguar se distribuye actualmente en la región costera del Estado, desde los municipios de Coahuayana y Coalcomán hasta Lázaro Cárdenas, así como en la Tierra Caliente, en Arteaga, San Lucas, Tiquicheo y Tuzantla, en selvas bajas y medianas y bosques de encino.
También se encuentran estos felinos en la depresión del Bajo Balsas, específicamente en La Huacana, Arteaga y Churumuco, donde se ubica la reserva de la biósfera Zicuirán-Infiernillo.
Al momento, la principal problemática para la conservación del jaguar es la fragmentación de su hábitat por la expansión de la frontera agropecuaria y la sustitución de bosques y selvas por asentamientos humanos, lo que lleva a que subsistan en la entidad y en el occidente del país pequeñas poblaciones conectadas por corredores de vegetación.
Por tanto, para impulsar la continuidad de esta especie se requiere de la conformación de estos corredores biológicos, así como de áreas de protección, con la instrumentación de proyectos productivos para que los residentes de las zonas aledañas cuenten con alternativas económicas alternas a la explotación de bosques y selvas, con lo que se reducirá la presión sobre la fauna y la flora y se mantendrá la conectividad entre los grupos de jaguares.
Además del jaguar, se espera caracterizar y proteger a las poblaciones de lince, ocelote, tigrillo, puma y jaguarundi, a través de la identificación de los sitios prioritarios para la conservación y los espacios de tránsito; medidas de monitoreo en conjunción con las comunidades cercanas a estos lugares; acciones para el desarrollo sustentable de éstas, en armonía con los felinos y sus hábitats, y creación de empleos temporales para el monitoreo y seguimiento de los individuos.
Michoacán es el hogar de 9 mil 509 especies, lo que le posiciona como un estado mega diverso; sólo en el rubro de mamíferos, alberga a 160 especies, entre las que destacan el jaguar y otros felinos, depredadores tope, que contribuyen a mantener el equilibrio ecológico y el control de poblaciones de otras especies.
