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La vecina de Micaela “N”, le encargó su casa, enfrente de la suya, luego de partir a los Estados Unidos, y la señora como buena amiga se mantenía como férrea vigía de la propiedad para evitar que fuera dañada o saqueada.
Sin embargo a finales del pasado mes doña Micaela fue a parar a la cárcel comunitaria del municipio de Uxpanapa, al sur del estado de Veracruz, con todo y su nieto de 3 años de edad. La razón: grabar un video de la demolición, supuestamente ilegal, de la propiedad que está a su cuidado.
Ante la defensa de la propiedad, la subagente municipal, Maricela Martínez, envió a la policía de la comunidad de Carolino Anaya, poblado 1, a detener a la mujer. Como la señora estaba cuidando al pequeño ambos fueron puestos tras las rejas, por dos sujetos que se presentaron como policías auxiliares de la localidad.
Medios locales relatan que Maricela Martínez y el comisionario ejidal convocaron a una reunión con vecinos para determinar derribar una vivienda ubicada en la carretera estatal La Chinantla-Casa Blanca. En dicha junta, la mayoría de los vecinos decidió que el edifico estorbaba, por lo tanto, un grupo de hombres se armó con picos y marros y empezaron a destruir la construcción.
Al percatarse Micaela de tal situación sacó su teléfono celular para grabar todo y así dar cuenta a la dueña para que ejerciera las acciones legales pertinentes. Ante ello, Martínez ordenó a dos supuestos policías auxiliarles a que detuvieran a la mujer, por grabar. Los sujetos se la llevaron con todo y su nieto.
La historia tuvo un final medianamente feliz pues la Policía Municipal de Uxpanapa y la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Veracruz tuvieron conocimiento de esto y acudieron al rescate de abuela y nieto para liberarlos.