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Saliendo del clóset…Espiritualidad

By: Raúl Martínez

Pasó días muy tristes antes de tomar la decisión, contó a la religiosa de la Iglesia que ya no quería «ser así», que le dolía el rechazo de sus padres por ser así, que no entendía porque el rezo de su madre no hiciera efecto en él para que dejara de ser así, la religiosa oro con él y por él, lo bendijo por su deseo sincero de acercarse a Dios y ser feliz, de ser un hombre pleno, integro… un tiempo participo en pequeñas tareas y poco a poco en más actividades de la iglesia, estaba feliz. Sin embargo cuando pidió que lo ayudaran a entender y para hacer frente a su “enfermedad” como el sacerdote le llamaba a esa atracción por los chicos, el cura instruyó para que no lo dejaran entrar más. Tenía 15 años, hace poco más  de un año que se suicidó.

-Sentirse discriminadas por la mayoría de las religiones tradicionales, es una de las razones por las que algunas personas LGBT buscan otras alternativas para vivir su espiritualidad, en algunas ocasiones los dogmas impuestos y la falta de amor al prójimo llevan a tomar otro tipo de decisiones….

Para un buen número de personas homosexuales, lesbianas, bisexuales y trans la espiritualidad es una de las dimensiones más importantes de su vida. Ya que está ayuda o intenta encontrarle sentido a la vida, se busca en ella encontrar paz interior y desea reconciliarse con ese ser supremo del que se dice es amor aun cuando los discursos oficiales son agresivos e incluso que atentan contra la vida misma. En ese deseo espiritual se acude a la religión que como sabemos en nuestro país la inmensa mayoría se enuncia como católica, aunque en los últimos años ha perdido popularidad debido a los numerosos escándalos sexuales, por ejemplo sacerdotes que llevan una vida sexual desordenada o que son acusados de pederastia. Si bien es cierto que el Papa Francisco como buen político ha enunciado posturas que parecen abrir la posibilidad al cambio de postura recientemente ha vuelto a pronunciarse en contra de la propia homosexualidad, eludiéndola como enfermedad y con esto le agregamos las acciones patrocinadas y solapadas por el Clero en contra de los Derechos de las poblaciones diversas sexuales, las opciones para encontrar esa misericordia, amor, caridad parecen desvanecerse.

En Morelia existen al menos 2 agrupaciones religiosas que acogen y acompañan la vida espiritual de hombres y mujeres, homosexuales, lesbianas, bisexuales y personas trans, uno católico, que se reúne cada 15 días en una iglesia y el otro es un Ministerio Cristiano Mesiánico que se reúne en un café del centro de la ciudad, ambos buscan generar espacios de dialogo y reflexión, seguramente hay otros más, incluso espacios de reflexión y meditación más allá de la religión como el yoga o el Tai Chi.

En Morelia hemos perdido recientemente una congregación de religiosas que nos mostraban el verdadero rostro de Dios-Amor, las Misioneras de Nuestra Señora de África, que por poco más de 25 años sirvieron en la Arquidiócesis siendo testigos fieles del evangelio, criticadas por muchos por incluso no portar habito, pero que por muchos años sirvieron para organizar los encuentros diocesanos de pastoral juvenil en los que alguna vez participe, hasta misiones de asistencia social con grupos rechazados y oprimidos por la sociedad, mujeres alegres y sin prejuicios que hasta el último día en Morelia han brindado apoyo y consuelo a muchos y muchas pero especialmente al Grupo de personas con VIH que se reúne los jueves aquí en Morelia en las instalaciones del albergue de #CONVIHVE asociación civil. Donde predicaron y enunciaron con su presencia y palabra que “Lo importante es que Dios no rechaza a nadie, eso lo hacen los hombres. Jesús no discriminó a nadie y nosotros debemos dar ejemplo de esto”. Así mismo, no han dejado de estar en las veladas por las victimas de VIH y en otras actividades más, Y personalmente tengo mucho que agradecer, por un lado su presencia y consejo y por otro su solidaridad, ellas, nos acompañaron en la primera marcha que hicimos poco menos de 30 personas homosexuales y lesbianas para hacernos visibles en la sociedad y exigir derechos, y así año con año ahí, puntuales y solidarias, siempre con una palabra precisa, de generosidad, de paz, de misericordia. Ahora han partido de Morelia, a una nueva misión, se van de Morelia pero nos dejan un gran legado, amor generosidad y misericordia.

Y esto es justamente lo que muchas personas LGBT, buscamos: una vida espiritual que contribuya en nuestra búsqueda de paz interior, en vez de marginarnos o pedirnos que nos abstengamos de ser quienes somos.

 

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