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Cuentan que… Operación liposucción

By: Juriath Cervantes

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CADA QUE un partido político enfrenta un conflicto interno -el pan de cada día-, crisis o resultados como los que dejó el pasado proceso electoral donde Lord Pejexhito les puso una reverenda revolcada, aprovechando el entendible encabritamiento social y la animadversión contra los políticos que prevalece en la ciudadanía, los amos y señores de esos partidos salen y bufan echando culpas y, luego, asumido el trancazo, empiezan a hablar de la dichosa “operación cicatriz”, aunque de fondo, no hagan absolutamente nada. Así hoy el PRD.

EL FIN DE SEMANA pasado, el Partido de la Revolución Democrática protagonizó la nota en medios por su jornada de elección del dirigente interno, quien deberá llevar las riendas de los amarillos en tanto se elige a su líder ordinario y de ese proceso, salió ungido Antonio Soto Sánchez.

ESTA VEZ, el de la Revolución Democrática dio de qué hablar y fue por el pleito de vecindad en el que se convirtió el acto político. Entre los hirientes comentarios de un frustrado y berrinchudo Carlos Torres Piña, dueño de la tribu de los ADN, que no haya cómo volver al escenario político, y el “cállame estúpida” de la ingrata Miriam Tinoco –sí, esa misma que vivió del erario público al inicio del gobierno silvanista, que dejó una cochinada en la Secretaría de Desarrollo Social y Humano y luego salió corriendo cual chacha malcriada-, el acto político se perdió en los vaivenes de la maltrecha democracia en la que algunos pretenden cobijarse.

EN EL RECUENTO de los daños del chismerío dominical perredista, es claro que la operación cicatriz ya no cabe en los pasillos del sol azteca; a ese partido le urge y en calidad de ya, una intervención quirúrgica pero no de esas de fondo como las que tanto predican los profetas del acromático, nel. Yo le apuesto más a una liposucción como la que tiene a la Kim Kardashian en la boca y los sueños de muchos.

UNA LIPOSUCCIÓN entre láser y ultrasónica que arranque de fondo, sin esas amputaciones que algunos pretenden, los tejidos adiposos que no le permiten al sol azteca avanzar y que lo mantienen en la senda de la agonía política por capricho de algunos.

EL MOMENTO DE la madurez le llegó a los perredistas; o lo entienden y atienden o seguirán destinados a enterrar y muy pronto, a ese partido político mexicano que nació de las izquierdas un 5 de mayo de 1989. Los tiempos de los pleitos de vecindad, como el del pasado domingo, tienen qué acabar ya.

TORRES PIÑA gastó un dineral –que salió quién sabe de dónde-, en su intento por ser elegido candidato al Senado para el pasado proceso electoral. Con todo y el dispendio que hizo y su forzada sonrisa en portadas (qué gachita campaña le hicieron, por cierto), no pudo. Como líder tampoco ha aportado mucho. Nunca ha ganado nada pues, ¿a qué le tira, entonces?

SI LO QUE QUIERE ES RECUPERAR el dinero que malgastó en su dichosa precampaña al senado, los perredistas de buena casta debieran ser generosos y organizarle una coperacha para que se vaya contento. Es más, yo le pongo uno de los nuevos billetes de Benito Juárez pá que vea que soy solidaria, pero que ya se deje de niñerías.

Antonio Soto es ya líder del PRD. El de Tumbiscatío no es la carta fuerte de muchos, hay que aceptarlo, pero en las democracias un voto marca el triunfo y el domingo fue lo que sucedió. A diferencia de Torres Piña, Soto ha ganado más de una elección, fue alcalde, diputado local, legislador federal y senador. Ya en alguna ocasión inclusive, dirigió los rumbos del PRD; no es, pues, un improvisado.

EL PRD se encuentra en el momento justo de avanzar. En lugar de reclamar sombras y taches, las tribus amarillas deben ver en este periodo de liderazgo interno la oportunidad perfecta para reflexionar, reenfocar baterías y alistar la elección ordinaria de su dirigencia, y dar muestra de civilidad y madurez política. Las grandes democracias políticas se fincan en batallas argumentadas no gritándose “cállame estúpida” (quiero hacer un hashtag).

INMADUROS SON quienes, viendo el tsunami que tienen enfrente, no se hincan. La coyuntura política que enfrentan ya los partidos políticos -gracias mil Lord Pejexhito-, y el natural deseo de supervivencia los debe obligar a replantearse pero en positivo. ¿Hasta cuándo?

VÍCTIMAS DEL ATENTADO, POR FIN UNA ATENCIÓN DIGNA

EN UNA DÉCADA, año con año, la historia terminaba en reclamos y en llanto, en harto dolor. Difícil es comprender el daño inmediato, a mediano y largo plazo, que dejaron los granadazos del 2008 a las víctimas directas. Es tema tabú porque nadie sabía cómo abordarlo. Y sí, ¿qué le dices a una persona –o a 60 y tantas-, que perdieron una parte de su cuerpo o de su familia?, ¿cómo consuelas?, ¿a quién le reclamas?

LAS VÍCTIMAS del granadazo hoy comienzan a contar una historia diferente y ésta inicia no de cero, pero sí de fondo con el proyecto de renovación de la placa alusiva que descansa desde esa fecha en un rincón de la explanada erigida en honor a Melchor Ocampo.

UNA NUEVA INSIGNIA será colocada entre flores y la fuente, eso si el ayuntamiento de Morelia y la oficina del Patrimonio Mundial desatoran el trámite avalado ya por el INAH que, inexplicablemente, tienen guardado en los cajones municipales.

EL NUEVO MONOLITO puede ser el lienzo que se ocupa para comenzar a contar una historia diferente, dolorosa, sí, pero con esperanza, resignación y solidaridad puras

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