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Arriba en las alturas

Por Isabel Felicidad

Arriba en las alturas, a lo lejos se escucha ladrar, llorar y gemir de soledad; ¿quién es? me preguntaba yo, ¡¡pues resultó ser la querida mascota de la familia!!

Ese perrito que al crecer se gano su lugar, la azotea, ¿cuándo entenderán las “personas”, que los animales tenemos sentimientos? Imagínense el dolor, sufrimiento y soledad que padecen esos perritos que viven aislados en las azoteas de las casas, sigue prevaleciendo la idea de que las mascotas somos algo así como un objeto desechable, que de viejos no servimos, que cuando ya no somos cachorros y no damos ternura o gracia, estorbamos, que somos alarmas contra robos, y que amablemente cuando ya no nos quieren acabamos encerrados en la azotea de la casa, el patio trasero, o peor aún, a rodar por la calle.

He visto un sin fin de perritos que son aislados del mundo en ese lugar, muchas veces sin siquiera tener un techito para resguardarse del sol o de la lluvia; con el mínimo contacto humano, pero claro, nunca faltan las justificaciones para hacerlo: “es que allá tiene más espacio”, sí, seguramente todo sucio por que da flojera limpiarle ¿verdad?; “no lo bajo porque es muy agresivo”, ¿ustedes no serían agresivos si vivieran bajo semejante tortura? Sí, ¡¡tortura!! Y sin exagerar.

Les repito y no me cansaré de hacerlo, los seres vivos, todos, sin importar especie, raza, tamaño, etc. ¡sentimos! Merecemos ser respetados y tener una vida digna, llena de los cuidados que cada uno requiera y con todo el amor que merecemos, ya que así lo hacemos nosotros, les damos amor sincero y desinteresado, creo que lo mínimo que merecemos a cambio es lo mismo.

No es fácil tener una mascota, así que antes de decidirse a ADOPTAR una, evalúen su situación y piensen si están dispuestos a enfrentar el compromiso que representa, no es regaño, pero es necesario que las personas hagan conciencia.

Recuerden que en esta “perra vida” y en la otra, y la que sigue, la azotea puede servir para tender ropa y guardar tiliches pero no para que viva un animalito, así que a reflexionar acerca de las cosas que hacen como “especie dominante”.

@IsabelFelicidad

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